Sandra Pulido Madrid | viernes, 07 de septiembre de 2018 h |

El carcinoma renal, el tipo más frecuente de cáncer de riñón, afecta a nueve personas al año por cada 100.000 habitantes. Generalmente es asintomático y no suele manifestarse hasta que el tumor ha crecido de manera importante.

Ahora, investigadores del Hospital Brigham and Women’s (Estados Unidos) han identificado un nuevo biomarcador que predice el riesgo de carcinomas renales con células claras (CCR) y la supervivencia hasta cinco años antes del diagnóstico.

Se trata del Kidney-injury-molecule (KIM-1, por sus siglas en inglés) que se puede detectar en la orina y la sangre y se encuentra en bajos niveles en individuos sanos.

“El KIM-1 es una proteína que está en los túbulos que conducen la orina. Entonces, lo que se ha visto es que esta proteína cuando está más elevada de lo habitual es que pueda predecir el desarrollo de cáncer. Sería como una especie de PSA del cáncer de próstata pero aplicado al cáncer de riñón”, explica GM Enrique Grande, jefe del servicio de Oncología Médica en MD Anderson Cancer Center y responsable de tumores genitourinarios y endocrinos.

“De este modo, una simple analítica de sangre nos podría ayudar a seleccionar a qué pacientes debemos hacer un estudio selectivo del riñón que sería una ecografía de abdomen. Y de esta manera lo que haríamos es detectar precozmente el cáncer y diagnosticarlo cuando todavía es potencialmente curable”, puntualiza el oncólogo.

Detectar precozmente el cáncer de riñón es fundamental para la supervivencia de estos pacientes.

“En el tumor de riñón no se conoce aún a ciencia cierta cuáles son los factores de riesgo claros en su desarrollo y normalmente se da en pacientes varones, más que en mujeres, alrededor de los 63 años pero es prácticamente no decir nada de cara a la población española”. Con este biomarcador “podemos hacer un seguimiento mediante ecografías periódicas a esos pacientes en la cual vamos a intentar ver si aparecen nódulos en los riñones” continúa Grande.

“En cuanto aparezcan esos nódulos en los riñones habría que intentar operar al paciente cuanto antes de la manera más conservadora posible. Es decir, preservando el riñón.”, añade.

En el cáncer de mama, la cirugía detecta la lesión y se opera. “Pues sería exactamente lo mismo pero con un marcador de sangre. En cuanto se vea el marcador de sangre elevado, y posteriormente, aparezcan pruebas de la agresión, se extirpa”, subraya el especialista.

En este estudio, que han participado investigadores españoles, han analizado 500.000 sujetos de Estados Unidos y Europa.

El siguiente paso ahora es corroborar los datos en otro estudio buscando directamente ese biomarcador.

“En España se diagnostican aproximadamente 5.500 tumores de riñón al año. Sobre esta cifra, hay 3.000 muertes asociadas a causa renal. Aquellos pacientes que tienen más probabilidades de sobrevivir suele ser porque el tumor se ha diagnosticado en una etapa precoz, que es lo que puede favorecer el uso de este biomarcador, concluye.


Una simple analítica de sangre puede ayudar a selecciones pacientes para un estudio selectivo de riñón