C. S. Madrid | miércoles, 01 de abril de 2015 h |

Los adultos con esclerosis múltiple remitente recurrente (EMRR) activa y definida por manifestaciones clínicas o detectadas por resonancia magnética ya pueden beneficiarse de un nuevo medicamento que, aún siendo administrado por vía subcutánea, ha demostrado cambiar el curso de la enfermedad desde el primer momento en el que se administra.

Se trata de alemtuzumab (comercializado como Lemtrada por Genzyme), un anticuerpo monoclonal humanizado que se dirige a la proteína CD52. De acuerdo con Xavier Montalbán, jefe del Servicio de Neuronmunología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, esta molécula “modifica el equilibrio del sistema inmunológico, disminuyendo las células responsables de la inflamación en estos pacientes” con patología activa.

Una idea corroborada por el director médico de la farmacéutica, Salvador García, quien explicó que, “si todo va bien”, los pacientes no necesitarán más tratamientos, tras los dos cursos recomendados. En el inicial se administran 12mg al día durante cinco días consecutivos y en el segundo (un año después) la misma cantidad durante tres días consecutivos.

En esta línea, Guillermo Izquierdo, director de la Unidad de EM Hospital Universitario Virgen de Macarena en Sevilla, comentó que esta nueva opción terapéutica era “lo más potente” que había en la actualidad para reducir la actividad inflamatoria de estos pacientes. Además, precisó, no es “un producto de rescate”.

“Si borras la enfermedad, la inflamacion; de forma definitiva, probablemente, estás evitando un proceso posterior, que es la base del iceberg”, añadió.

Seguridad-Eficacia

La seguridad y eficacia del fármaco se analizaron en el programa de desarrollo clínico que incluyó dos estudios aleatorizados fase III (CARE-MSI y CARE-MSII) en los que se comparó el tratamiento con alemtuzumab con interferón beta-1a en alta dosis por vía subcutánea en pacientes con EMRR activa que, o bien eran nuevos en el tratamiento, o bien habían sufrido un brote durante el tratamiento anterior; además del estudio de extensión Cambridge, que se ha realizado durante doce años y todavía está en curso.

Así, mientras que interferón consigue una reducción de los brotes entre el 40 y 50 por ciento, alemtuzumab es un 50 por ciento más eficaz, precisó Óscar Fernández, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Regional de Málaga y Virgen de la Victoria de Málaga, quien añadió que su eficacia es “altísima”, al reducir “en un 78 por ciento la tasa de brotes los brotes frente añ anterior”.

“Con interferón, los pacientes tienen 0,26 brotes al año (uno cada cuatro años) y con alemtuzumab es 0,15 (uno cada siete años). Es espectacular. Si se comparase con placebo sería, probablemente, del 80 por ciento o más, pero ese dato no lo hay todavía”, agregó.

De lo que no hay duda, aseguraron los expertos, es de que cuanto antes se administre este fármaco, mayor eficacia se conseguirá.

Respecto al riesgo-beneficio, Montalbán indicó que es favorable, al igual que Fernández quien señaló que, una vez que se ha aprendido a manejar el medicamento, no hay tanto riesgo. Eso sí, tanto él como Izquierdo advirtieron de que es fundamental que el tratamiento se realice en unidades de referencia.

Para Fernández, “esto es lo más parecido a la cura de la enfermedad”. “Estamos en primera división, solo comparado con el trasplante de médula ósea”, apostilló.

En este punto, García quiso recordar que, aunque “los datos son prometedores, se debe ser prudentes, ya que hablamos de datos a corto plazo”.