Almudena Fernández Madrid | viernes, 10 de junio de 2016 h |

Que el Gobierno central realice una inversión extraordinaria de 50 millones de euros fue la petición que puso sobre la mesa el vocal de Atención Primaria Urbana de la Organización Médica Colegial (OMC), Vicente Matas, con el objetivo de poner “un parche” que alivie la situación actual de sobrecarga e inequidad del primer nivel asistencial. Y es que con esta suma podría contratarse a 1.000 médicos que deberían distribuirse por comunidades autónomas teniendo en cuenta los cupos con una mayor sobrecarga de pacientes, la edad de los mismos y la dispersión territorial.

Esta “solución urgente” permitiría disminuir el estrés al que están sometidos estos facultativos —que en muchos casos está afectando a su propia salud— y mejorar la calidad asistencial que reciben los pacientes.

Sin embargo, sería una actuación momentánea, pues para garantizar la equidad a largo plazo haría falta contar con unos presupuestos públicos finalistas, equitativos, en los que la primaria contase con un porcentaje mayor y distribuidos en base a criterios objetivos, aseguró Matas durante la presentación de los resultados detallados por comunidades autónomas de la ‘Encuesta sobre la situación del Médico de atención primaria en España en 2015 y las consecuencias de los recortes’, elaborada por las vocalías del primer nivel asistencial de la OMC.

Juan Manuel Garrote, secretario general de la OMC, por su parte, señaló que el modelo de AP ha funcionado bien “aunque podría tener una mayor capacidad resolutiva”. A esto se sumó la crisis económica, que provocó que la aportación para sanidad fuese menor, con la entrada de más tratamientos innovadores con un alto coste, lo que rebajó el porcentaje destinado al primer nivel. Actualmente, la tasa de reposición es “casi nula”, se ha incrementado la demora y un paciente puede ser visto por hasta siete médicos de AP diferentes a lo largo del año porque los facultativos tienen que cubrir las ausencias de sus compañeros.

Resultados de la encuesta

A pesar de que el número ideal —según el propio Matas— de consultas por médico de familia debiera ser de alrededor de 30 al día, el 69 por ciento de los facultativos andaluces, el 64,3 de los murcianos y el 60,6 de los castellano-manchegos atienden más de 40 consultas por jornada en situaciones normales. En ocasiones especiales, como pueden ser periodos vacacionales, esta cifra se incrementa hasta el 90,5 por ciento en Murcia, el 89,2 en Andalucía y el 83,9 en Castilla-La Mancha.

Por el contrario, las comunidades en las que menos facultativos atienden —en situaciones normales— más de 40 pacientes diarios son País Vasco (solo el 5,5 por ciento de los facultativos se encuentran en esta situación), Aragón (6’2), Cataluña (6,6) y Navarra (7,1), mientras que la región con un porcentaje más bajo en situaciones especiales es Navarra, pues solo se incrementa hasta el 17,3 por ciento, siendo la única comunidad por debajo del 30 por ciento.

En el caso de los pediatras de AP, que idealmente deberían atender a 20 niños al día, el porcentaje de profesionales que tienen más de 30 consultas es del 77,8 por ciento en La Rioja, del 76,6 en Andalucía, del 72,7 en Castilla-La Mancha y del 71,9 en Murcia. Unos datos que, en situaciones de incremento de la demanda o vacaciones alcanza al 100 por cien de los pediatras del primer nivel asistencial de Canarias y Castilla-La Mancha, al 97 en Cantabria, al 93,8 en Murcia y al 93,4 en Andalucía.

En cuanto a las regiones en las que el porcentaje de facultativos con un número de consultas superior a 30 diarias es más bajo en situaciones normales destaca Navarra (23,7 por ciento), seguida de Aragón, Asturias y País Vasco (las tres con un 26,7 por ciento).

Cupos excesivos

Con respecto a los cupos excesivos, considerados como tal los de más de 1.500 tarjetas por médico de familia, en Baleares el porcentaje de sanitarios con estas cifras es de 83,6 por ciento, seguida de Comunidad Valenciana con 68,9, Madrid con 66,1, Andalucía con 63,8 y Canarias con 62,5. En el caso de los pediatras, se considera que el número de pacientes por médico debería de ser de 1.000, pero en un número importante de casos se supera esta cifra. En concreto, el 94,1 por ciento de los médicos de Baleares, el 92,5 de los de Cataluña, el 80,6 de los de Cantabria, el 77,8 de los de Andalucía y el 76,2 de los de Madrid.

El 3,6 por ciento de los médicos de AP en España tienen una demora en consulta de más de una semana (entendiendo como demora cuando el paciente no obtiene una cita para el día que la pide ni para el siguiente). Para el 7,4 por ciento de los profesionales es de cuatro o cinco días; para el 17,6 por ciento, de dos o tres jornadas; y en el 20,6 por ciento de las ocasiones, no excede de un día de atraso. Algo más de la mitad de las consultas —50,8 por ciento— no tienen este problema.

En el caso de los médicos de familia y desglosado por comunidades autónomas, no tienen demora en situaciones normales el 79 por ciento de los que trabajan en La Rioja y 78,5 de los que lo hacen en Aragón, mientras que tienen un retraso de una semana o más el 22 por ciento de los que desempeñan su labor en Cataluña y de cuatro o cinco días el 21,2 también de los facultativos catalanes, el 16,7 de los médicos de Baleares el 11,5 de los de Castilla-La Mancha y el 11,2 de los de Andalucía.

En el caso de pediatría de AP, no tienen demora el 92,9 de los sanitarios de Asturias, el 86,7 de los de Extremadura, y el 82,6 de los de Galicia, mientras que tienen una demora de más de una semana el 7,5 por ciento de los de Cataluña, el 4,8 de los de Castilla-La Mancha y el 3,6 de los de Andalucía.

En el caso de enfermería, señaló el vocal de Atención Primaria Urbana que “se da la paradoja” de que, aunque tiene una carga inferior —de alrededor de 18 pacientes diarios— al de medicina, se ha incrementado el número de enfermeras en los últimos años mientras que se ha rebajado el de médicos. “Esta actuación no cuadra con los datos estadísticos”, subrayó.

Baleares, Comunidad Valenciana, Madrid y Andalucía tienen los cupos más altos

Aumentan las plantillas de enfermeras y se reducen las de médicos en AP, a pesar de que tienen menos carga asistencial