José A. Rodríguez Enviado especial a Copenhague | viernes, 17 de junio de 2016 h |

El Congreso de la Asociación Europea de Hematología ha sido testigo de los datos que confirman que blinatumomab (Blincyto, de Amgen) es la primera inmunoterapia que mejora la supervivencia global (SG) en comparación con el tratamiento estándar en pacientes adultos con leucemia linfoblástica aguda (LLA) de precursores B con Ph- en recaída o refractaria. A pesar de que este fármaco ya había recibido la autorización de comercialización condicional en la UE tras los buenos datos de un estudio fase 2, todavía no se había comparado con ningún otro tratamiento.

Como explicó Max Topp, jefe de Hematología del Hospital Universitario de Wurzburgo, Alemania, y uno de los autores del estudio, el resultado clave del ensayo Tower, de fase 3, aleatorizado y abierto, “es que blinatumomab casi dobla la supervivencia global en comparación con el tratamiento quimioterápico estándar”. En concreto, el fármaco logró una mediana de la SG de 7,7 meses (IC del 95 por ciento: 5,6; 9.6) frente a 4 meses (IC del 95 por ciento: 2,9; 5,3) con el tratamiento estándar (p=,012; HR=0,71).

Este experto destacó el hecho de que blinatumomab sea la primera inmunoterapia en lograr “un incremento de la supervivencia global tan remarcable” en un ensayo randomizado en comparación con los mejores tratamientos en esta patología, “que es el tipo más agresivo de neoplasia maligna de células B”. Unos resultados que no solo avalan la eficacia de este fármaco y, por tanto, lo colocan en la antesala de su aprobación definitiva, “sino que demuestran las enormes posibilidades que ofrece la inmunoterapia en esta enfermedad”, comentó Topp. Asimismo, José María Ribera, jefe del Servicio de Hematología Clínica del Hospital Germans Trias, señaló que este fármaco “no presenta tanta toxicidad hematológica”.

La clave reside en su particular mecanismo de acción. Es un constructo de anticuerpo biespecífico (tecnología BiTE) captador de linfocitos T dirigido a CD19 y CD3, capaz de unirse específicamente a CD19 expresado en la superficie de las células de linaje B, y CD3, expresado en la superficie de los linfocitos T. “Es decir, puede unirse a dos antígenos, uno es el antígeno tumoral, del linfoblasto, y el otro es el linfocito T. Enfrenta a unos con otros, y los linfocitos T matan a los linfoblastos”, señaló Ribera. Pero, no sólo eso, sino que, una vez que el linfocito T se ha activado y ha eliminado a un linfoblasto, “prolifera y sigue eliminando a otros linfoblastos y proliferando”, apuntó este experto.

Leucemia linfocítica crónica

En el campo de la leucemia linfocítica crónica recidivante/resistente al tratamiento, Paolo Ghia, profesor de la Università Vita-Salute San Raffaele de Milán, Italia, destacó que hay estudios “que exploran las ventajas de añadir un anticuerpo monoclonal a venetoclax y que muestran que se mejora los índices de remisión completa y de negatividad de la enfermedad mínima residual en comparación con venetoclax solo”. En este sentido, se presentó un trabajo en el que se ha añadido un anticuerpo monoclonal, rituximab (comercializado por Roche como MabThera), a venetoclax (en desarrollo por AbbVie, Genentech y Roche). La tasa de respuesta completa era más probable con la combinación (OR: 3.292 [95 por ciento CI: 1.527 – 7.097]; p=0.002) y más duradera (HR para la progresión: 0.235 [95 por ciento CI: 0.078 – 0.703]; p=0.01).

Hemofilia B

Otro de los estudios presentados durante el congreso estaba centrado en la hemofilia B, que es el resultado de la incapacidad del organismo para producir suficiente factor IX o de un anormal funcionamiento de este. En las personas sanas, los niveles de actividad de los factores de coagulación están por encima del 40 por ciento. En cambio, las personas que sufren la forma severa de la hemofilia B presentan unos niveles de actividad de menos del 1 por ciento. De este modo tienen un elevado riesgo de sufrir hemorragias graves.

Como explicó Katherine High, experta del Hospital de Niños de Philadelphia, en Estados Unidos, la terapia de reemplazo, que consiste en inyectar concentrados del factor de coagulación IX, “es bastante eficaz, pero presenta la complicación de que exige realizar infusiones intravenosas una o dos veces por semana”.

High presentó los datos de un estudio fase 2 que está evaluando la eficacia y seguridad de utilizar una única infusión de SPK-9001, un tipo de terapia génica, que permitiría que el organismo produjera su propia proteína de factor IX. Como señaló esta experta, “se ha aplicado este tratamiento a cuatro pacientes, a los que se ha seguido durante 26 semanas tras la aplicación de una única infusión, y han mostrado unos niveles de actividad de factor IX del 32, el 39, el 25 y el 27 por ciento”. Asimismo, ninguno de los pacientes ha necesitado tratamiento profiláctico o inmunosupresor. “Y solo uno de ellos tuvo que ser tratado por una sospecha de hemorragia”, dijo High.

José María Ribera, del Germans Trias i Pujol, Badalona

Una de las claves de blinatumomab es que no presenta tanta toxicidad hematológica”

Paolo Ghia, Università Vita-Salute San Raffaele de Milán, Italia

Añadir un AM a venetoclax mejora resultados en leucemia linfocítica crónica”

Katherine High, Hospital de Niños de Philadelphia, Estados Unidos

SPK-9001ayudaría a que el organismo produzca su propia proteína de factor IX”