Juan Pablo Ramírez Madrid | viernes, 26 de febrero de 2016 h |

Se cumple un año desde que el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, encargara a un grupo de expertos la elaboración de un plan nacional para el tratamiento de la hepatitis C. Fue a finales de marzo de 2015 cuando las comunidades dieron su visto bueno y las valoraciones hoy no pueden ser más positivas entre la mayoría de los actores. En poco más de 12 meses se han tratado a 43.389 pacientes, más del 80 por ciento de los casos más graves. Es decir, se ha dado cuenta prácticamente de los objetivos previstos a tres años. Tras los avances cosechados, los hepatólogos señalan ya los próximos retos. “Si ya se han tratado gran parte de los pacientes con fibrosis significativa, hay que extender el tratamiento a todos. No solo a los que sufren una fibrosis importante, sino también a aquellos que no la tienen o que la tienen mínima”, explica Agustín Albillos, presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) y jefe del servicio de Gastroenterología y Hepatología en el Hospital Universitario Ramón y Cajal.

Los expertos tuvieron ocasión de transmitir al actual ministro en funciones esta necesidad durante la reunión del Comité Científico Asesor del Plan de Hepatitis C, que se celebró la semana pasada. “No esperábamos que pudiéramos hacer tanto en un solo año y ahora hay que seguir adelante”, explicó Alonso antes de la reunión.

Coste y extensión del tratamiento

Alonso tomó nota de la petición de este comité en el que se encuentra además de Albillos, Jesús Fernández Crespo, director del Instituto de Salud Carlos III; María Buti Ferret, jefe clínico de Servicio de Medicina Interna-Hepatología en el Hospital General Universitario Vall d’Hebrón; Javier Crespo García, jefe de servicio de Gastroenterología y Hepatología en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla; Pilar Garrido, presidenta del Consejo Nacional de Especialidades de Ciencias de la Salud, y Daniel Zulaika Aristi, coordinador del Plan del Sida e ITS del País Vasco. Su equipo técnico se comprometió en la reunión “a estudiar qué cuantía de pacientes puede haber con esas características y presupuestarlo”, desveló Albillos.

La entrada de nuevos medicamentos contra la hepatitis C ofrece nuevas posibilidades, entre ellas su abaratamiento.Los ahorros generados servirían para cubrir a pacientes en fases menos avanzadas de esta enfermedad. A partir de este mismo verano podrían comenzar a irrumpir los nuevos fármacos en las farmacias de los hospitales. Mientras tanto, Alonso se comprometió a seguir trabajando para rebajar el precio de estos medicamentos. Si así ocurriera, “con el mismo esfuerzo presupuestario se podrían tratar un mayor número de pacientes”, insiste Albillos.

Esta nueva generación de fármacos presenta además una serie de ventajas que reducirían las tensiones presupuestarias dentro del SNS. “Son medicamentos que tienen menos interacciones, permiten pautas más cortas de tratamientos y extienden a eficacia a todos los genotipos”, señala el experto.

A estos ahorros, se sumarían otros factores favorables: “Menos trasplantados por hepatitis C, ya no se realizarán tantas ecografías, ni tantas visitas médicas. Todo eso va a demostrar que tratar a un paciente es una buena inversión”, subraya Antonio Bernal, presidente de la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (Fneth), que también se muestra satisfecho con la evolución del plan y con las cifras develadas por el ministro.

Con todo queda aún pendiente el desarrollo de una estrategia para el diagnóstico y la prevención. “Esta es la parte del plan que todavía no está suficientemente desarrollado, pero sí que está contemplado por parte del ministerio”, advierte el presidente de la AEEH. Los pacientes coinciden en la importancia de reforzar esta parte del plan. “Es necesaria una estrategia de detección precoz para ir curando a más pacientes que están ocultos”, explica Bernal.

La investigación es otra de las patas del plan. En la actualidad hay dos grandes proyectos en marcha, que coordina el Ciber de Enfermedades Hepáticas y Digestivas del Instituto de Salud Carlos III. El primero consiste en la evaluación del “impacto del tratamiento en las complicaciones de la enfermedad hepática crónica, cómo incide cuidar la infección en la mejoría de la enfermedad”. El segundo trata de estudiar “los factores que determinan el fracaso virológico, que es muy bajo”.

Inequidades entre CC.AA.

El éxito del plan radica, a ojos del ministro, en “el trabajo intenso de las comunidades autónomas y de los profesionales sanitarios”. Albillos coincide en que el plan se está ejecutando de manera simétrica entre las regiones.

Esta visión no coincide con la de los pacientes. En comunidades como la de Madrid, Cataluña o Andalucía avanza de manera más rápida que en otras como La Rioja, Extremadura o País Vasco. “La que es ejemplar en haber incorporado al paciente en los comités de decisión es Madrid”, detalla Bernal.

En cuanto al País Vasco, “se han tratado a todos los F4 y están un poco estancados porque no han aplicado el plan estratégico”, subraya Bernal.

43.389
pacientes

han recibido en España los nuevos tratamientos contra el virus de la hepatitis C. Supone más del 80 por ciento de los 52.000 casos graves registrados en el Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C. Este número significa que más de la mitad de los pacientes diagnosticados han recibido la medicación. Tras la publicación del plan el año pasado había en nuestro país 95.524 personas afectadas.