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El objetivo está completamente definido: conocer cuáles son las necesidades de los grupos de interés y tratar de encontrar soluciones. Ésta es una de las ideas principales que se extrae del encuentro ‘Entorno de crisis: La importancia de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en el sector salud’, organizado por el grupo Wecare-u y al que han asistido diferentes expertos para hablar de las actividades que se llevan a cabo desde sus organizaciones y sus perspectivas.
El director de Comunicación de la Fundación Koplowitz, Isidro Villaria, alabó la importancia de la RSC dentro del ámbito sanitario e insistió en que las empresas tienen que ser líderes en valores éticos y, por tanto, hacer una verdadera inversión en ellas. Las empresas tienen que “detectar necesidades nuevas y tener el valor de afrontarlas y buscar soluciones”, añadió Villaria.
Asimismo, apostó por hacer un buen fuselaje, es decir, una vez establecida la verdadera necesidad, implantar un plan y cumplirlo. “No es tanto que cada uno haga lo que pueda y como pueda, sino que el problema esté bien definido e ir a por ello”, puntualizó.
A su vez, desde Sigre, el director de Relaciones Institucionales, Miguel Vega, aseguró que es necesario que las empresas tomen en consideración las expectativas de sus partes interesadas. Además, consideró prioritario que la RSC se integre en toda la organización y que se lleve a la práctica en sus relaciones, siendo los empleados la piedra angular de este comportamiento responsable. Montserrat Tarrés, directora de Comunicación y Relaciones Públicas de Novartis, aclaró al respecto que el sector salud debe acercarse a las necesidades de la sociedad desde todos los ámbitos posibles y con “una perspectiva ética, copartícipe y empática”.
Los expertos estuvieron de acuerdo en que desempeñar este tipo de tareas en empresas pequeñas entraña menos dificultad que cuando los grupos de interés a los que se dirigen son de mayor tamaño. En cualquier caso, con “una gestión responsable, buen gobierno y transparencia” la implicación es cada vez mayor, indica Raquel Pérez, del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof).
Para el director de Comunicación de Uniteco Profesional, Ivo Leahy, la principal necesidad a la que han tenido que hacer frente se encuentra en la formación de los profesionales y la atención que estos le prestan a los pacientes. La comunicación es el eje estratégico, de modo que “aquellos pacientes que reciben más y mejor comunicación son los que tienen unas expectativas mucho mas centradas en la realidad”, apuntó.
Y hablando de expectativas, los asistentes al debate opinaron que, respecto a la responsabilidad social, la sociedad tiene expectativas más altas cuando se trata del sector salud, porque, como comentó Jesús Díaz, secretario de Fundamed, es “la imagen de lo que debería ser la ética y la transparencia en responsabilidad social”.
Además, algo que no pasaron por alto fue el hecho de que las empresas tienen que incorporar un valor añadido a su actividad; generar una transformación, puesto que en eso consiste, verdaderamente, la RSC, señalaron.
En este sentido, Vega hizo hincapié en que las acciones en materia de RSC son generadoras de ventajas competitivas y, aprovechando la tesitura, Villaria insistió en la importancia de las pequeñas acciones. Haciendo referencia a algunos de los programas que tiene activos la Fundación Koplowitz, Villaria señaló que a través del voluntariado, ven cómo es posible transformar la vida de las personas y “el proporcionarle una persona, a otra persona”. Eso, asegura, es cerrar el ciclo de la responsabilidad social. “No hay nada más gratificante que implicar a tus empleados en un plan de mejora de la calidad de vida”, concluye.
La RSC no es simplemente un acto empresarial, sino que es un acto de transformación personal y social que se puede rentabilizar mucho