A. C. Madrid | viernes, 19 de febrero de 2016 h |

Desde el 1 de febrero, está disponible en España evolocumab —comercializado por Amgen como Repatha— para pacientes con niveles elevados de colesterol LDL (c-LDL) y un riesgo elevado de sufrir eventos cardiovasculares (CV).

Se trata del primer anticuerpo monoclonal biológico que bloquea a la proteína PCSK9, cuya acción fundamental es eliminar los receptores de las partículas de LDL, tal y como explica a GACETA MÉDICA Lluis Masana, lipidólogo del Hospital Universitario Sant Joan de Reus.

Evolocumab se une selectivamente a PCSK9 y evita que se sume al receptor de lipoproteínas de baja densidad (rLDL) en la superficie de las células hepáticas. Así, se impide la degradación del rLDL por mediación de PCSK9 y se consigue que el aumento de los niveles de rLDL en el hígado reduzca c-LDL en suero.

“De acuerdo con los estudios que disponemos, se ha demostrado que este fármaco consigue una disminución de en torno al entre 60 y 65 por ciento”, agrega el especialista, quien comenta que la seguridad del fármaco es “exquisita”.

A su vez, el jefe del Servicio de Medicina Interna, del Hospital Carlos III, José María Mostaza, subraya que esta opción no es una alternativa a las estatinas, sino que es complementaria y que la reducción que se obtiene es “aditiva”, a la que ya se conseguía con el tratamiento habitual.

“La mayoría de los pacientes que son candidatos a recibir esta medicación siguen un tratamiento con estatinas; no obstante, quienes son intolerantes a estas —grupo muy pequeño—, podrían recibir evolocumab en monoterapia”, añade.

Complicaciones cardiovasculares

Por ahora, apunta Masana, la opción disponible actualmente son inyecciones de 140 mg y la pauta es una inyección cada dos semanas. “Es la forma más segura para que la persona se acuerde”.

Sin duda, asegura Mostaza, es un tratamiento eficaz para bajar los niveles de colesterol. “Los especialistas queremos reducir el c-LDL para que la tasa de complicaciones cardiovasculares disminuya —número de infartos, ictus y mortalidad cardiovascular—”, explica.

No obstante, aún no se dispone de ensayos clínicos finalizados que hayan demostrado que estos fármacos reducen la morbilidad y mortalidad cardiovascular, aunque se espera obtener resultados de algunos estudios en marcha a finales de 2016 o principios de 2017, precisa.

“Estamos muy esperanzados con el hecho de que pueda demostrarse que reducen la tasa de compliciones cardiovasculares y la mortalidad”, resalta.

Una afirmación que suscribe Masana, quien añade que los datos preliminares que se manejan apuntan a que las personas que sean tratadas con este medicamento no solo verán cómo sus niveles de c-LDL se reducen notablemente, sino que también se reducirá el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares.