Eficiencia

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| viernes, 08 de mayo de 2015 h |

La Estrategia 2020 de la Unión Europea propone, entre sus prioridades, un nuevo modelo de crecimiento basado en el uso eficiente de los recursos. Esta hoja de ruta recoge los objetivos y los medios para trasformar la economía actual, basada en el uso intensivo de los recursos, en una economía circular.

En un contexto como el actual, en el que las materias primas son cada vez más escasas, la industria farmacéutica representa un modelo ejemplar, que apuesta por la responsabilidad y la optimización en el uso de recursos a través de la denominada química verde o química sostenible, en la que la fabricación de medicamentos seguros y de calidad se compatibiliza, durante todo su ciclo de vida, con el respeto hacia el medio ambiente.

Bajo la premisa de que el mejor residuo es el que no se produce, los laboratorios farmacéuticos son proactivos en la aplicación de medidas de ecodiseño en los envases de los medicamentos.

Para avanzar en este compromiso, Sigre es la entidad encargada de impulsar y coordinar los Planes Empresariales de Prevención (PEP) de envases del sector farmacéutico, que tienen carácter trienal.

Precisamente, acaba de concluir el quinto PEP, correspondiente al periodo 2012-14, en el que se ha logrado una reducción final de un 3,81 por ciento en la generación de residuos de envases, superándose, así, el objetivo de reducción aprobado por las autoridades medioambientales.

Otro importante hito son las 556 iniciativas de ecodiseño aplicadas por los laboratorios sobre sus envases durante los tres años de desarrollo del Plan, que han superado en un 27 por ciento las aplicadas en el anterior PEP 2009-2011.

Asimismo, es importante resaltar los más de 85 millones de unidades de envases (venta, agrupación y transporte) afectadas por estas medidas de ecodiseño, una cifra también significativamente superior a la alcanzada en anteriores planes.

Gracias a ello, todas estas unidades se han puesto en el mercado incorporando alguna mejora medioambiental, como puede ser su reducción de peso o la incorporación de materiales más ecológicos. Este éxito es producto del destacado esfuerzo del sector y del elevado grado de participación de los laboratorios adheridos al plan durante los tres años de vigencia del mismo que, en todos los casos, se sitúa por encima del 98 por ciento.

Estos resultados son muestra del interés y del trabajo constante que vienen desarrollando desde hace años las empresas farmacéuticas adheridas a Sigre por incorporar el componente medioambiental a lo largo del ciclo de vida de sus productos, todo ello a pesar de los condicionantes legales, técnicos, económicos y de seguridad que, en muchas ocasiones, limitan la adopción de las medidas previstas por parte de los laboratorios.

Esta responsabilidad en el ecodiseño del envase de un producto tan esencial para nuestra salud, como es el medicamento, determina una de las señas de identidad que distinguen a la industria farmacéutica: la preocupación por el bienestar de la sociedad, a través de su actividad sanitaria y también medioambiental, con la aplicación de medidas de ecodiseño, que contribuyen a una sociedad más sostenible y favorecen el avance hacia un modelo de economía circular.

Destacan las 556 iniciativas de ecodiseño aplicadas por los laboratorios sobre sus envases durante los tres años de desarrollo del plan de prevención