LucÍa Barrera, Directora de
Gaceta Médica
| viernes, 23 de enero de 2015 h |

El debate social que se ha generado con los nuevos fármacos sobre la hepatitis C ha vuelto a poner en tela de juicio la ética de la industria farmacéutica por el precio de sus productos. Una cuestión manida y fácilmente aprovechable para los titulares. A la propuesta de expropiación de patente que plantearon Podemos y UPyD se han sumado las declaraciones del presidente de la OMC. Juan José Rodríguez Sendín echaba más leña al fuego al hablar de los precios “abusivos y codiciosos” de estos nuevos medicamentos e insistía en que la protección de la patente no puede estar por encima del derecho a la salud de los pacientes. Mientras, el ministro de Sanidad evitaba meterse en berenjenales y con un tono conciliador ponía la vista en Europa.

No le falta razón a Alonso en este tema. La Unión Europea pasa por sus horas más bajas porque no acaba de verse la utilidad de las políticas comunes. Hacer una central de compras europea para fármacos de valor indiscutible para los pacientes, como es el caso que nos ocupa, podría mejorar las negociaciones que los estados consiguen de forma individual y, sobre todo, aportar transparencia. Techos de gasto, contratos de riesgo compartido… Son fórmulas imprescindibles en un contexto en el que el precio de los fármacos va en escalada. Quizás es el momento de plantearse una normativa comunitaria con determinados mecanismos de flexibilización ligados al valor que el propio producto aporta a los pacientes.

En todo caso, abrir la caja de Pandora de las patentes como ha dejado caer el ministro Alonso lleva asociado un debate previo y más pertinente y que, como el anterior, excede del ámbito europeo. En la fórmula 8+2+(1) es quizás donde habría un mayor margen para proteger la innovación, y a la vez, conseguir una bajada de precios, si se aumenta el tiempo de rentabilidad.

Probablemente las leyes de libre mercado harán que en el campo de la hepatitis C los precios se estabilicen a la baja pero la cuestión es recurrente y obviarlo sólo hace que se cierre en falso.