Almudena Fernández Madrid | viernes, 13 de mayo de 2016 h |

El error diagnóstico es la próxima frontera en seguridad del paciente. Aunque muy lejana en España, es un problema del que no se habla en exceso, tal y como comentó Sergio Minué, médico de familia y profesor del Área de Sistemas y Servicios Sanitarios de la Escuela Andaluza de Salud Pública, en el marco de 9º Jornada de Seguridad del Paciente en Atención Primaria, organizada de manera conjunta por la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA), la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y de Atención Primaria (Faecap), la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (Sefap), la Asociación Madrileña para la Calidad Asistencial (AMCA), la Sociedad Madrileña de Medicina Familiar y Comunitaria (Somamfyc) y la Consejería de Salud de Madrid junto al Servicio Madrileño de Salud y la Gerencia del Hospital Universitario San Carlos.

En este sentido, Minué detalló que en el informe ‘Equivocarse es humano’ aparecen 70 referencias a errores por medicación, pero sólo dos al error diagnóstico, a pesar de que el problema diste “de ser raro”.

Y, en su opinión, si es complejo estudiar y actuar ante el error diagnóstico en líneas generales, aún lo es más en AP, nivel en el que a menudo se presentan los pacientes con problemas poco definidos o, en ocasiones, no se relacionan los síntomas con una enfermedad determinada.

Mar Fernández Maillo, directora de Área del Instituto Universitario Avedis Donabedian-UAB, explicó que aunque el Sistema de Notificación y Aprendizaje para la Seguridad del Paciente (Sinasp) se empezó a implementar en AP en 2014, el nivel de desarrollo ha sido variable según la comunidad, “pero todavía puede considerarse muy incipiente”. Y es que tanto en España como en otros países la notificación de incidentes relacionados con la seguridad del paciente en AP es notablemente más baja que a nivel hospitalario.

Alberto Pardo, subdirector general Calidad Asistencial de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, por su parte, señaló como retos de cara a los próximos años en la región el continuar desplegando la estrategia de seguridad del paciente del Servicio Madrileño de Salud para los años 2015 a 2020. Cuentan con 12 líneas de trabajo transversales a toda la organización tales como la continuidad asistencial, implicar a pacientes, familiares y cuidadores o evitar intervenciones innecesarias.

En lo que se refiere a la situación en Cataluña, en los próximos años los retos para promover la seguridad de los pacientes en AP pasan por mantener la dinámica de la acreditación (la acreditación de los equipos de AP será requisito necesario para su integración en la red de centros y servicios sanitarios), extendiéndola al resto de unidades del primer nivel, tal y como señaló Josep Davins, de la Subdirección General de Ordenación y Calidad Sanitaria y Farmacéutica de la Generalitat de Cataluña. Agregó la necesidad de consolidar la implantación del sistema de notificación como herramienta estratégica para el aprendizaje y la cultura de la seguridad, incluyendo la red de oficinas de farmacia y posibilitando la notificación por parte del ciudadano.