J. R-T. Toledo | viernes, 27 de febrero de 2015 h |

A menos de tres meses de las elecciones, José Ignacio Echániz hace balance de su gestión al frente de la sanidad castellanomanchega. Una gestión marcada por la crisis que valora positivamente tras encontrarse “con una sanidad rota”.

Pregunta. Tras casi cuatro años al frente de la sanidad manchega, ¿qué balance hace de su gestión?

Respuesta. Esta ha sido una legislatura tremendamente difícil con una situación de partida imposible. Casi cuatro años después, y gracias a las políticas llevadas a cabo, tenemos un balance positivo. Hemos pagado las 600. 000 facturas pendientes y hemos hecho frente a una deuda de 5.000 millones de euros. Para ello han hecho falta muchas políticas de ajuste. Ahora tenemos una sanidad sostenible y con visos de servir en el futuro. Si no hubiéramos tomado las medidas que tomamos en el verano de 2011 no se hubiese podido pagar a los médicos.

P. Entre julio 2012 y julio de 2014, según los datos del Ministerio de Hacienda, Castilla la Mancha ha reducido la plantilla de instituciones sanitarias casi un 8 por ciento, ¿dónde se han producido estos ajustes?

R. En Castilla- La Mancha había mucha contratación de interinos que en un momento de dificultad económica y tras haber mejorado la productividad de las fuerzas propias hemos dejado de financiar porque tampoco podíamos. La gente se ha empobrecido con la crisis y no se podían recaudar tantos impuestos. Hemos tenido que hacer encajes de bolillos para poder sobrevivir.

P. Los médicos han pedido la reactivación de la carrera profesional, ¿está previsto en la próxima legislatura?

R. Sin duda. Hemos salvado el sistema y tenemos que volver a retomar muchas cosas que hemos tenido que dejar de lado por la crisis. Hay que recordar que aquí ha habido una mala gestión de los recursos. Ahora hemos hecho una apuesta muy importante en Castilla- La Mancha con un MBA que va a profesionalizar el sistema sanitario.

P. Ha avanzado la puesta en marcha de un plan de mediación sanitaria. ¿En qué consiste?

R. Hemos visto en otros ámbitos que establecer mediadores neutrales a los que adscribirse de una forma voluntaria funciona bastante bien y pensamos que lo hará también en sanidad. La gente se entiende hablando, por lo que si somos capaces de sentar al profesional o a la administración al lado del paciente para que hablen, se escuchen y se lleguen a acuerdos, habremos dado un paso muy importante en sanidad. En la Ley de Mediación que hemos aprobado hay un capítulo específico para sanidad.

P. Los presupuestos para Farmacia son ligeramente inferiores a los de 2014 y se ha incrementado el IVA sanitario. ¿Hay medidas para contrarrestarlo?

R. El peso sobre los presupuestos regionales de la sanidad se ha incrementado en los últimos cuatro años. Aún así, estamos buscando a diario todos los márgenes de eficiencia para poder financiar aquello que haga falta. También es verdad que si el ministerio de Hacienda recauda más con este incremento, también podría verse mejorada la financiación. El futuro de la sanidad está en que las innovaciones que vayan apareciendo se financien con los ahorros que podamos generar en el sistema.

P. El gasto farmacéutico de 2014 ha crecido en el SNS tras cuatro años en negativo. En Castilla-La Mancha creció un 1,54 por ciento. ¿Cómo valora el cambio de tendencia?

R. Es un elemento de alerta al que hay que prestar atención. Se han acabado los tiempos en los que el presupuesto farmacéutico crecía de una manera desorbitada e irresponsable. Hay que tener en cuenta que el déficit sostenido es inconstitucional. De producirse un incremento habrá que tomar medidas correctoras.

P. Las negociaciones para vincular la evolución del gasto farmacéutico al del PIB no avanzan. ¿Tienen algún plan B para controlar nuevos incrementos?

R. Sin duda lo habrá. Si el ministerio de Hacienda observa que el gasto farmacéutico crece por encima del país y compromete las cuentas públicas adoptará medidas rigurosísimas. No puede crecer ningún gasto por encima de la economía del país. La industria tiene que proponer moléculas innovadoras que aporten valor a un buen precio.

P. Hablando de presupuesto, las comunidades tendrán que poner 727 millones en tres años para atender la hepatitis C. ¿Lo ve realizable desde el punto de vista económico?

R. La salud está por encima de todo. En Castilla-La Mancha llevamos cuatro meses aplicando los nuevos tratamientos a todos aquellos pacientes a quienes los médicos se lo prescriben. Ahora, con el nuevo plan, lo normal es que sí se atienda a más.

P. En el Interterritorial informal del 2 de marzo, ¿apoyará al Gobierno en sus indicaciones terapéuticas y en las fórmulas de financiación?

R. Nuestra comunidad siempre ha demostrado una lealtad institucional con el Gobierno de España que va a mantener, por supuesto, en esta materia que beneficia a quienes más lo necesitan.

P. Recientemente la OMC publicó un posicionamiento en el que criticaba el precio de los medicamentos de la hepatitis C. ¿Cree usted que son excesivamente caros?

R. Todo es relativo. Si hablamos de que son caros respecto a los costes de producción, seguramente sí, pero hay que tener en cuenta la investigación o la compra de patentes.

P. Castilla- La Mancha ha anunciado una compra centralizada para medicamentos hospitalarios. ¿En qué línea?

R. Es un sistema que pretende homogeneizar lo que necesitamos en nuestros hospitales. Quiero destacar que está a las antípodas de las subastas andaluzas porque no nos metemos en la libertad de prescripción del médico —si bien es cierto que le recomendamos que haga un uso responsable y sensible del sistema para no comprometer su viabilidad, además de que nuestro modelo es para hospitales, no para farmacias. Nosotros vamos a homogeneizar precios, moléculas y posologías pero se pueden presentar todos los laboratorios que quieran y homogeneizaremos a todos, no limitamos. Se ahorrarán doce millones de euros.

De no haber tomado las medidas de 2011,
no se hubiese podido pagar a los médicos”

La industria
tiene que proponer moléculas que aporten valor
a buen precio”