i. gonzález Barcelona Los farmacéuticos catalanes han alzado la voz tras el nuevo retraso en el cobro de sus facturas y ante la falta de solución global de financiación que no implique garantías personales. A través de la campaña “La farmacia enciende la luz de alarma”, el Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Cataluña y la patronal Fefac alertan a los usuarios de la “situación extrema” que, por este motivo, viven las boticas y que, de prolongarse, repercutirá en el servicio farmacéutico. “Es posible que ahora el ciudadano no encuentre en su farmacia el medicamento que busca, porque el stock se ha reducido”, afirmó el presidente de Fefac, Josep Esteve, durante la presentación de la iniciativa. Por este motivo, el presidente de los farmacéuticos catalanes, Jordi de Dalmases, pidió disculpas “si el servicio ve mermada la excelencia a la que estaba acostumbrada la población”. Y es que, recordó que la distribución también sufre las consecuencias de los retrasos. De hecho, según datos recogidos por Fefac, 988 farmacias han devuelto o aplazado los pagos a las principales distribuidoras catalanas. En total, el importe de las facturas impagadas o aplazadas asciende a 41.776.370 euros. “Prevemos un empeoramiento de la situación, porque de momento no hemos podido solucionar el problema de impagos ni con la Generalitat ni con los bancos, aunque seguimos buscando un acuerdo”, aseguró De Dalmases. Hasta el momento, la demora en el cobro de las recetas, sumada a los recortes de los últimos años, también ha dejado a 260 boticas catalanas con viabilidad económica comprometida (VEC) y a 40 en concurso de acreedores. Además, ha supuesto la pérdida de mil puestos de trabajo. A ello habrá que sumar el impacto negativo que tendrá sobre la economía de las oficinas de farmacia las últimas medidas de contención del gasto, una repercusión que De Dalmases cifró en un cinco por ciento. En señal de protesta por todo ello, la luz de la cruz de las farmacias permanecerá encendida día y noche. Evitar el aval individual Por otro lado, los representantes de los farmacéuticos catalanes no cesan en su empeño de encontrar una opción global de financiación que no implique avalar individualmente, tal y como ocurre con la actual solución “puente” acordada con el BBVA. Las negociaciones con las entidades financieras no han dado todavía el resultado esperado, por lo que la única buena noticia que ha tenido últimamente el colectivo es que el pasado 4 de noviembre el CatSalut abonó la factura de agosto. No obstante, los farmacéuticos catalanes reclamarán por vía administrativa y de manera colectiva los intereses de demora, para lo cual se citará a los farmacéuticos para firmar ante notario su consentimiento. Según De Dalmases “las farmacias se gastarán nueve millones de euros anuales en intereses para garantizar los medicamentos para que a ningún ciudadano le falte su medicación”. | viernes, 11 de noviembre de 2011 h |