| viernes, 15 de noviembre de 2013 h |

“La falta de adherencia provoca consecuencias graves para la salud y genera un gasto adicional para el sistema sanitario”, así lo subrayó Álvaro Hidalgo, profesor titular de Análisis Económicos de la Universidad de Castilla-La Mancha. “En España el gasto supone 11.250 millones de euros anuales”. Según un estudio de la consultora IMS Health, el ocho por ciento del gasto sanitario mundial corresponde a problemas en el proceso asistencial del que el 57 por ciento corresponde a no adherencia. Tanto Hidalgo como su homólogo cántabro, David Cantarero, han coincidido en que el no cumplimiento de los tratamientos provoca 200.000 muertes prematuras en Europa cada año, lo que supone un coste para los gobiernos de 125.000 millones de euros anuales. Por ello, insistió en la necesidad de invertir en mejorar la adherencia para que el sistema sea más rentable.

Otra de las claves que destacaron fue la importancia de los sistemas que permiten controlar la adherencia, dado que se convierten en una herramienta fundamental para controlar el gasto, sin que el ahorro afecte la salud del paciente. Así, Hidalgo subrayó que una forma de controlar los resultados en salud es asociar el tratamiento a un modelo de administración que permita monitorizar la adherencia de cada paciente. De modo, que los dispositivos electrónicos para la autoadministración de terapias se traducen en un doble beneficio sanitario: permitir un registro objetivo de la adherencia que fomente una mayor efectividad de las terapias y una mejor gestión del coste asociado al paciente.