J.P.R. Madrid | viernes, 10 de julio de 2015 h |

La configuración del nuevo mapa político no impidió que el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, pudiera sacar adelante en el Consejo de Política Fiscal y Financiera el objetivo de déficit para las comunidades autónomas en el trienio 2016-2018.

Era el primer encuentro entre el ministro de Hacienda y las comunidades desde las pasadas elecciones autonómicas. El déficit hizo que cayeran en el olvido otras cuestiones sanitarias pendientes de resolver, como los techos de gasto en sanidad y farmacia y la financiación de los nuevos tratamientos de la hepatitis C.

Regiones como Andalucía y Castilla-La Mancha advirtieron a la salida de la reunión de que los servicios básicos esenciales como la sanidad podrían verse afectados con el plan anunciado, que fija el déficit autonómico en el 0,3 por ciento para el año que viene, el 0,1 en 2017 y el equilibrio en 2018.

El consejero de Hacienda manchego, Juan Alfonso Ruiz Molina, lamentó el nivel de exigencia requerido a las comunidades, “ que son las administraciones que tienen un gasto mucho más consolidado porque gestionan la Sanidad, la Educación y los servicios sociales”. Su homóloga andaluza, María Jesús Montero, insistió en que este objetivo repercutirá de manera especial en estas tres áreas. Incluso el consejero valenciano, Vicent Soler, advirtió de la posibilidad de un “abismo fiscal” que dificulte su financiación.

Por su parte, el Gobierno dio el pistoletazo de salida para la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado con la aprobación del techo de gasto en el Consejo de Ministros. Este límite deberá ser ratificado posteriormente por el Congreso y el Senado.