Gaceta Médica Madrid | lunes, 02 de junio de 2014 h |

A principios de año el Consejo Europeo aprobó una directiva (2013/59/EURATOM) que obliga a todos los estados miembros de la Unión Europea a que, en el año 2018, se establezcan requisitos más estrictos en cuanto a la información que debe proporcionarse a los pacientes, el registro y la notificación de las dosis de los procedimientos médicos, el uso de niveles de referencia para diagnóstico y la disponibilidad de dispositivos indicadores de dosis. Así se ha puesto de manifiesto en la jornada ‘Dosis al paciente. Cambios en la protección radiológica tras la nueva directiva, organizada por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) y GE Healthcare.

La aplicación de esta normativa requiere, por una parte, de una formación de los profesionales en los nuevos procedimientos y, por otra, de la adaptación de los centros hospitalarios para poder cumplir los requerimientos. El secretario general del IDIS, Juan Abarca, ha señalado que, “sin duda, la aplicación de esta normativa va a suponer una garantía de calidad para los pacientes, teniendo en cuenta que los elevados estándares de calidad de la sanidad privada permiten confirmar el uso adecuado y sometido a estándares internacionales de sus centros hospitalarios, los cuales disponen ya de dispositivos para hacer la medición de las dosis de radiación y el registro de los datos. La apuesta que se ha hecho por equipamientos de alta tecnología y por la renovación de los mismos -evitando la obsolescencia tecnológica- está contribuyendo a tener calidad de imagen apta para el diagnóstico con menores dosis de radiación”.

A pesar de que en la actualidad se utilizan muchas herramientas novedosas que hace unos años no existían sí que es cierto que las nuevas tecnologías permiten obtener una mejor calidad de imagen con dosis de radiación inferiores a las que se tenían hace unos 10-20 años. Esta normativa pretende que se haga un esfuerzo para que la justificación de los procedimientos y el uso mayor o menor de radiación se haga de forma más estricta en base al riesgo-beneficio: “no se puede decir que se empleen dosis excesivas: la dosis tiene que ser la necesaria para obtener una imagen apta para el diagnóstico”, asegura Marisa España, expresidenta de la Sociedad Española de Protección Radiológica.

Por su parte, Ginés Madrid, responsable de asuntos profesionales de la Sociedad Española de Radiología Médica, afirma que “la tan necesaria como esperada Directiva Europea, ha sido muy bien recibida por la comunidad radiológica y ha supuesto un nuevo acicate para mejorar la radioprotección de los pacientes en el contexto de la asistencia sanitaria. Al margen de otras novedades, quizás la que mayor impacto podría suponer, sea la obligatoriedad de disponer de equipos radiológicos con exigentes requerimientos técnicos para poder elaborar un registro individual con la dosis que recibe cada paciente, a partir del año 2018. No obstante lo anterior, la Sociedad Española de Radiología Médica, en colaboración permanente con la Sociedad Española de Protección Radiológica, siguen insistiendo en la necesidad de aplicar rigurosamente los principios de “justificación” y de “optimización” de las pruebas radiológicas. Es muy importante conocer la dosis que recibe cada paciente, pero no es menos relevante intentar evitar la realización de estudios innecesarios”.