| viernes, 09 de diciembre de 2011 h |

España tiene capital humano de sobra para investigar pero le falta capital monetario y financiero. Esa es la lección que se podría extraer de los últimos datos presentados por el Instituto Nacional de Estadística, en un acto organizado por Cotec. Así, mientras superamos la media de la UE de los 27 tanto en el capítulo de personal dedicado a la I+D como en el de investigadores, seguimos en el vagón de cola en lo que al gasto destinado a actividades de investigación se refiere.

Así, cabe destacar el estancamiento que ha sufrido nuestro país en cuanto a la proporción del PIB que se destina a I+D en 2010, cifra que se mantiene, con 14.588 millones de euros dedicados a esta parcela, en el 1,4 por ciento del producto interior bruto, lejos del 2 por ciento que se puso como objetivo en el contexto comunitario y que ya superan países como Finlandia (con un 4 por ciento), Suecia (en torno al 3,5 por ciento), Dinamarca (por encima del 3 por ciento), Alemania, Austria, Francia y Eslovenia.

Por delante de España quedan aún, pese a que algunos de los datos ofrecidos se basan en estimaciones, países como Irlanda, Estonia, Portugal o República Checa. Italia, por el contrario, es el único de los grandes países industrializados de Europa que queda por detrás del 1,3 por ciento.

Los pobres registros en el área de gastos no se corresponden con las cifras relativas a la cifra de personal investigador que tiene nuestro país. Y es que, pese a lo que pueda parecer, España tiene el cuarto ejército de investigadores de la Europa de los 27, con más de 135.000 puestos de trabajo a tiempo completo desarrollados en este área.

Solo la gran potencia innovadora, Alemania, con más de 325.000, Francia, con casi 300.000, y Reino Unido, con poco más de 230.000 superan los datos españoles en esta área, dejando atrás países como Países Bajos, Suecia, Finlandia, Bélgica, Austria, Dinamarca o República Checa.

Pero en este punto juega un papel importante la población que tiene cada país. Por tanto, para precisar mejor el significado de esta cifra, el INE ofrece la proporción población ocupada que se dedica a investigar o a realizar otras labores de I+D.

En este capítulo, España retrocede algunos puestos con respecto a los países nórdicos. Sobre todo en cuanto al personal puramente investigador, en el que registra un 7,3 por ciento. Pese a todo, supera la media europea, instalada en el 6,9 por ciento.

En cuanto al personal dedicado a labores de I+D, el porcentaje de trabajadores españoles asciende al 12 por ciento, parámetro para el que la media se sitúa ligeramente por encima del 11 por ciento.

Dentro de estas cifras, es preciso distinguir entre los investigadores, así como los técnicos y los auxiliares de I+D que trabajan para la Administración y los que lo hacen para el sector privado. Concretamente, para el sector industrial lo hicieron en 2010 58.415 personas según los datos del INE (el 66,2 por ciento empleados a jornada completa), de los cuales en torno al 8,8 por ciento (5.193) operaban en la rama farmacéutica.

En cuanto a la presencia femenina en las labores de I+D de la industria española es preciso decir que ronda el 30 por ciento en puestos directos en investigación, así como en los que se ofrecen a otros técnicos y auxiliares.

La mujer en la I+D ‘farma’

El peso de la mujer casi se duplica si se analizan los datos de la industria farmacéutica. En torno al 54 por ciento de los investigadores en este sector es personal femenino, así como el 64,8 por ciento de los técnicos y el 69,1 de los puestos auxiliares en I+D.

Otro resultado a tener en cuenta es la diferencia entre las retribuciones que se ofrece al personal investigador así como a los demás cargos relacionados con el estudio de nuevos desarrollos. El salario medio en el conjunto de la industria está en los 43.398 euros para los investigadores puros y en 25.399 para los técnicos. Mientras, el sector farma casi duplica la retribución a los primeros, con una media de 80.419 euros, y lo aumenta considerablemente a los segundos, con 37.205.

Por otro lado, los datos del INE también ofrecen algunas conclusiones interesantes en el desglose del gasto y del personal en I+D por Comunidades Autónomas. Así, queda patente el gran desequilibrio que existe entre las distintas autonomías que componen el territorio nacional.

Destacan a la cabeza, tanto en gasto en I+D, como en investigadores, como en personal que opera en el ámbito de la I+D, las regiones de Madrid y Cataluña.

En la comunidad madrileña, las empresas y la administración, principalmente, gastaron más de 3.700, un presupuesto que fue ejecutado por más de 32.000 profesionales que trabajaron a tiempo completo haciendo investigación.

Cataluña, por su parte, mantuvo la segunda posición tanto en volumen de gasto como en personal dedicado a la I+D durante el pasado ejercicio 2011. En el primer parámetro se produjo una caída suave y la partida destinada a la I+D se quedó en los 3.250 millones de euros aproximadamente, pese a que en 2009 se superaron los 3.300 millones. En cuanto al personal investigador, la cifra de empleados creció ligeramente y continúa rondando los 27.000.

España supera la media europea en personal investigador, técnicos y auxiliares en relación con la población ocupada

La presencia de la mujer crece en la investigación farmacéutica y duplica la que tiene en el total de la industria