C. O. Barcelona | viernes, 07 de marzo de 2014 h |

Desde 2005, España es el primer país europeo en generación del conocimiento en nanomedicina, pero ha perdido un puesto en el ránquing mundial con respecto al año 2013, pasando del tercer al cuarto puesto en volumen de publicaciones médicas, después de que India nos haya adelantado —los dos primeros son Estados Unidos y China—. Así lo expresaba Josep Samitier, coordinador de la Plataforma española de Nanomedicina, durante la VII Conferencia Anual de las Plataformas Tecnológicas de Investigación Biomédica “El Reto en Salud”, celebrado en Barcelona, que es la cuarta ciudad del mundo, detrás de Boston, Shangai y Houston, en investigación.

En este sentido, reivindicó un mayor esfuerzo ante la situación actual de los planes de inversión, apelando a la cooperación para mantener el liderazgo y poder seguir adelante en los retos que plantea el envejecimiento, el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas. En el escenario del VII Programa Marco, Samitier remarca que la nanomedicina es de los pocos ámbitos en que España está dos puntos por encima de retorno de la media de aportación, e hizo alusión a la oportunidad que brinda el horizonte 2020. Entre los proyectos centrales de esta plataforma nanomédica, destacan los proyectos de sistemas de liberación de fármacos, en especial los liderados por Pharmamar, en sistemas de diagnóstico y liberación controlada de fármacos para cáncer que persiguen una mayor eficiencia disminuyendo los efectos secundarios.

Para Jorge Barrero, adjunto a la presidencia de Asebio y miembro del equipo gestor de la Plataforma de Mercados Biotecnológicos, la clave reside en entender mejor la demanda pública de medicina personalizada —un objetivo en el que están implicadas las cuatro plataformas—y presentó el concepto de “hospital emprendedor”, surgido de la oleada de creación de spin-off hospitalarias que requieren soporte para identificar barreras regulatorias, analizar y compartir casos de éxito y conocer la perspectiva financiera.

Por su parte, Ferrán Sanz, de la Plataforma de Medicamentos Innovadores, remarcó que el proyecto IMI 2 (Innovative Medicines Initiative) movilizará 3.500 millones de euros durante los diez años que estará vigente para promover proyectos de investigación en los que las empresas farmacéuticas colaborarán en cuestiones competitivas que abarquen toda la vida del medicamento, desde su desarrollo hasta su comercialización.