rocío chiva Enviada especial a Valencia | viernes, 23 de octubre de 2015 h |

La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) han aprovechado la celebración conjunta en Valencia del 57º Congreso de la SEHH y el 31º Congreso de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) para anunciar la puesta en marcha de un ensayo clínico que busca confirmar la eficacia del trasplante de cordón umbilical con una mutación en CCR5 Delta 32 en pacientes con una neoplasia hematológica e infección por VIH concomitante.

Una noticia que llega solo un año después de que se anunciara la curación de un paciente del Instituto Catalán de Oncología (ICO) gracias a un trasplante de este tipo. Con él, son ya dos los pacientes (el primero fue el paciente de Berlín) con una neoplasia hematológica que han logrado curarse también del VIH gracias un trasplante de progenitores hematopoyéticos. Aprovechando precisamente que España es el segundo país en número de muestras de cordón umbilical (tiene acumuladas en sus bancos de sangre unas 60.000), solo por detrás de Estados Unidos, ambas entidades han decidido poner en marcha el primer ensayo en el mundo de estas características.

De momento, en solo un año, y gracias a la financiación de la Mutua Madrileña, ya se han analizado más de 25.000 cordones, de los que se han seleccionado un total de 157 con esta mutación “resistente al VIH”. Una cifra que, como apunta Rafael Matesanz, director de la ONT, permite asegurar que la prevalencia en España de esta mutación es del 0,6 por ciento. En el estudio, que tendrá una duración de tres años, participarán cinco pacientes con una neoplasia hematológica y VIH y cuatro hospitales españoles: La Fe en Valencia, el ICO en Barcelona y el Puerta de Hierro y Gregorio Marañón en Madrid. Del análisis de muestras se encargará el Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III. En cuanto al seguimiento de pacientes, Rafael Duarte, del ICO, destaca que se hará “un seguimiento mínimo de 12 meses de cada paciente, tanto de la erradicación del cáncer como del VIH”.

De confirmarse la hipótesis de que el trasplante de sangre de cordón umbilical (SCU) con esta mutación es capaz de curar a estos pacientes, José María Moraleda, presidente de la SEHH, no cree que fuera necesario la realización de otro ensayo adicional posterior. “Si se cumple, sería una fuerte recomendación de tratamiento en pacientes que hoy día no tienen otra opción”, ha afirmado.

En cuanto a su posible uso como terapia para curar el VIH, Matesanz ha apuntado a que ello sería como “matar moscas a cañonazos”, ya que hoy día hay una gran oferta disponible de fármacos para el tratamiento del VIH. Moraleda, por su parte, sí ha destacado que esta investigación les puede “ayudar a entender muchas cosas”. Aunque a muy largo plazo, el presidente de la SEHH sí aventuró sobre la posibilidad futura de poder realizar una modificación celular en estos pacientes, evitando de esta forma la toxicidad del trasplante.

Hematogeriatría

Además de este importante anuncio, durante el Congreso se han presentado datos que siguen demostrando el potencial de las terapias celulares y de los anticuerpos monoclonales en las neoplasias hematológicas. Entre ellos, Miguel A. Canales, jefe de Sección de Hematología de La Paz, destaca los buenos resultados preliminares obtenidos añadiendo brentuximab vedotin al esquema estándar de tratamiento en pacientes con linfoma Hodgkin en primera recaída. En este estudio fase I/II Breshap, realizado por el Grupo Español de Linfomas y Trasplante de Médula Ósea y en el que participan 20 centros españoles, se ha evaluado por el momento a 17 pacientes pretrasplante de los 28 reclutados, de los que 16 han obtenido una tasa de respuesta completa. Unos datos “prometedores” a los que Canales añade que los datos de toxicidad son “manejables”.

Precisamente por la toxicidad de estos fármacos y porque no es lo mismo un paciente joven que uno mayor, este año es la primera vez que se ha dedicado un espacio en el congreso a la hematogeriatría. Aunque se piensa en pacientes jóvenes al hablar de enfermedades hematológicas, Canales señala que “la mediana de edad de la mayoría de los procesos está por encima de los 65 años”, una edad en la que es muy fácil encontrarse comorbilidades y que obliga a adaptar estos tratamientos. En este sentido, se presentaron datos que apuntan a una menor toxicidad cardiaca e igual eficacia con pixantrona, un análogo de las antraciclinas, el tratamiento estándar en linfoma, que podría ser una opción en estos pacientes.

Además, el jefe de sección de Hematología de La Paz presentó un estudio de evaluación de la eficacia de la fotoaféresis extracórporea en pacientes con enfermedad injerto contra huésped que no han respondido bien a una primera línea de tratamiento con corticoides. Del análisis de resultados, Canales destacó la importancia de realizar esta técnica “lo antes posible, sin dejar que el cuadro se instaure”. En su opinión, quizás habría que pensar en la fotoaféresis extracórporea en pacientes que no han respondido a corticoides antes de iniciar tratamientos de segunda y tercera línea con otros inmunosupresores.

En cuanto a novedades en trombosis, Vicente Vicente, presidente de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), destacó la utilización del balance hemostático en hemofilia. Los primeros datos presentados parecen confirmar que el bloqueo de la síntesis de antitrombina evitaría las hemorragias en pacientes con hemofilia. Además, Vicente también destacó la conferencia sobre trombofilia hereditaria, cuyo registro de datos ha demostrado que la causa no es una alteración del gen de la antitrombina, sino una alteración de sus proteínas, deficitarias por un trastorno de glicosilación. Esto, señala Vicente, “cambia radicalmente el concepto”, ya que la patología pasa de estar presente siempre en la misma intesidad a ser una circunstancia impulsada por circunstancias externas como el alcohol o la fiebre.