Gaceta Médica Madrid | lunes, 05 de mayo de 2014 h |

Diferentes expertos han apuntado que la sustitución o intercambiabilidad de los medicamentos biológicos o biosimilares requiere de una actuación individualizada. El presidente del Consejo Asesor de Sanidad, Julio Sánchez Fierro señaló que el facultativo debe tomar la decisión del intercambio “caso por caso” durante las jornadas “Biológicos vs biosimilares: no iguales, diferentes. Incertidumbre en el SNS”, celebradas en la Real Academia Nacional de Farmacia y patrocinadas por MSD.

Sánchez Fierro subrayó que los medicamentos biosimilares han demostrado calidad, seguridad y eficacia, pero reiteró que “el problema radica en que si el tratamiento iniciado en un paciente con un medicamento biológico original puede ser cambiado por un biosimilar, que es parecido pero no es igual”.

En términos parecidos, se expresó Fernando Carballo Álvarez, coordinador del Grupo de trabajo de Biosimilares en Enfermedad Inflamatoria Intestinal de la Sociedad Española de Patología Digestiva y de la Sociedad Española de Farmacología, quien insistió en que “las decisiones hay que tomarlas paciente por paciente y deliberar individualmente cada caso”. Carballo manifestó que el médico debe responsabilizarse de la indicación, del seguimiento y de las modificaciones terapéuticas y matizó que “difícilmente puede aceptarse que un biosimilar deba sustituir a algo que viene siendo eficaz en un determinado paciente”.

Por su parte, Francisco Zaragozá, catedrático de Farmacología de la Universidad de Alcalá, insistió subrayó que “las terapias biológicas son mucho más complejas, diversas, difíciles de caracterizar, de mayor tamaño y mayor variabilidad en su proceso de elaboración que las moléculas químicas clásicas, pudiendo provocar respuestas inmunes en los pacientes”. Ante esta situación, Zaragozá recalcó que ni la sustitución o la intercambiabilidad puede realizarse de manera automática.

Otro aspecto reseñado por los expertos fue la necesidad de implementar procesos de farmacovigilancia específicos cuando se prescriban medicamentos biosimilares, “la trazabilidad de las terapias biológicas protege al paciente, en la medida que permite seguir y analizar adecuadamente la terapia biológica específica utilizada en ese paciente en el caso de que se produjeran desviaciones a la respuesta clínica esperada”, reseñó Carballo