C. S. Madrid | viernes, 13 de noviembre de 2015 h |

Escuela Diabetes es una plataforma online con la que se pretende que las personas con diabetes puedan hacer esta formación desde casa o desde donde deseen, gestionando ellos mismos su tiempo libre. “Intentamos romper un poco con la tradicional clase de educación diabetológica impartida por los profesionales en horarios que, para los pacientes, son difíciles de compaginar con su vida personal y laboral”, afirma María José Picón, endocrinóloga del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, en el marco del Día Mundial de la Diabetes (14 de noviembre).

Una propuesta recibida en la Federación de Diabéticos Españoles (FEDE) con los brazos abiertos porque como dice su gerente, Mercedes Maderuelo, “todo lo que sean más recursos y mayor accesibilidad para la formación y educación de personas con esta patología lo valoramos muy positivamente”.

La globalización forma parte de nuestro día a día y el uso de nuevas tecnologías en diferentes áreas también. Estos aspectos junto con los recursos que tienen las asociaciones de pacientes se adaptan a la realidad de los pacientes del siglo XXI, muchos de ellos, e-pacientes.

Al fin y al cabo, Escuela Diabetes pretende acercar la educación diabetológica, entendida como el pilar fundamental sobre el que se asienta un buen manejo de la enfermedad, a los pacientes. “Es una herramienta eminentemente educativa, que pretende afianzar o implementar conocimientos que faciliten a la persona con diabetes autogestionar bien su tratamiento”, agrega Picón.

En cuanto a cómo puede contribuir esta ‘escuela’ a satisfacer las necesidades de los pacientes, la gerente de FEDE asegura que uno de “los grandes pilares” para que el paciente tenga bien controlada la patología y, por tanto, pueda contar con cantidad y calidad de vida es la educación y formación diabetológica.

“A día de hoy, hay una gran deficiencia en este sentido y los datos, los estudios lo confirman: apenas el 50 por ciento de las personas con diabetes 2 han accedido alguna vez a algún tipo de formación y son muy pocos los que tienen una enfermera ‘a mano’ para recibir formación continuada”, agrega Maderuelo, al tiempo que reitera que ese es “el gran hándicap”, porque sin educación es como no tener nada. En ese sentido, queda claro que para FEDE la gran carencia y necesidad es conseguir “una formación y educación de calidad y, sobre todo, continuada en el tiempo”.

Los cursos

La formación contiene varios módulos que permiten una personalización del proceso de aprendizaje. El tratamiento de las complicaciones agudas o el cálculo de los hidratos de carbono son algunos de los temas específicos que forman parte del contenido de Escuela Diabetes.

Aparte, se imparten otros de carácter general, como la definición de conceptos, los autocontroles o la relación entre nutrición, ejercicio e insulina.

Los cursos están pensados para implementar la tecnología que hoy día está a disposición de las personas con diabetes y que les ayuda a controlar su enfermedad, como dice la especialista, al tiempo que agrega que “esta tecnología consiste en calculadores de bolos —medidores de glucosa que ayudan al paciente en el cálculo de dosis de insulina que han de ponerse en cada momento— o bombas de insulina —dispositivos de infusión continua de insulina que ofrecen una mayor flexibilidad en el tratamiento—”.

También es cierto que el programa educativo lo prescribe el personal del equipo de atención diabetológica. Así, el paciente es dado de alta en la plataforma y recibe unas claves personales con las que puede acceder a sus cursos y realizarlos a la vez que el profesional que los ha prescrito puede ir observando el progreso de su paciente.

Al final del curso es necesario pasar un examen que certifica que los conocimientos se han adquirido correctamente. “Dicho examen no es fácil y, además, se requiere un 90 por ciento de las respuestas correctas para aprobar, con lo cual consideramos que los pacientes adquieren un nivel experto de conocimientos”, apostilla Picón.

En definitiva, se apuesta por un trabajo constante y continuo por parte del paciente, el cual, según ambas profesionales, debe ser corresponsable con su patología.

Respecto a los beneficios que pueden obtener los pacientes, Maderuelo resalta que estos se pueden traducir en una mejor calidad de vida.

“El paciente experto es más empático y comparte su experiencia con otras personas que se ven reflejadas en él, por ello, el valor más importante de contar con estos pacientes empoderados es que cuando dan una charla se muestran más cercanos y saben poner se en el lugar del otro”, subraya la gerente de FEDE.

Por último, Maderuelo aprovecha para incidir sobre las reivindicaciones que hacen desde la Federación y que se resumen en eliminar las barreras y las inequidades entre regiones. “Hay que evitar que haya esas diferencias de accesibilidad en cuanto a material, tratamientos, tecnologías, etc., entre regiones; ya que nos encontramos con grandes desigualdades y el objetivo es que el paciente, viva donde viva, pueda tener las mismas oportunidades y el mismo acceso”. concluye.

El contenido de los cursos de Escuela Diabetes cuenta con el aval de la Sociedad Española de Diabetes (SED) y se adapta a las necesidades de cada paciente en función de su conocimiento. Los autores del temario son profesionales sanitarios de primer nivel: María José Picón, Emma Albiñana, especializada en Diabetes Infantil en el Hospital Vithas Internacional Medimar; el nutricionista Serafín Murillo, experto en Diabetes y Deporte en Ciberdem-Idibaps del Hospital Clínic de Barcelona y la enfermera Maite Valverde, educadora en Diabetes en el Hospital Universitario Mutua Terrassa.

Menos del 50% de las personas con diabetes tipo 2 han accedido alguna vez a algún tipo de formación

El examen no es fácil; para aprobarlo, los pacientes deben aprobar el 90% de las preguntas