José A. Rodríguez Barcelona | viernes, 24 de junio de 2016 h |

David Elvira i Martínez es economista y ha desarrollado buena parte de su carrera en el ámbito sanitario público y privado. Ahora asume el reto de dirigir CatSalut en una época de incertidumbre política marcada por los planes soberanistas del Gobierno Catalán. En esta entrevista, que publica íntegra la Revista Española de Economía de la Salud (EDS), analiza la situación actual.

Pregunta. El conseller Antoni Comín ya ha avisado de que la reducción a la mitad de la espera para el especialista no se podrá cumplir sin financiación adicional. ¿Qué tienen pensado si no se aprueban las nuevas cuentas?

Respuesta. Nuestro compromiso es que, aunque no se aprueben nuevos presupuestos, las listas de espera no empeoren. Además, en el plan presentado para reducir las listas de espera ya anunciamos medidas que no están sujetas a la aprobación del presupuesto. Si no sale adelante, pondremos en marcha estas medidas. Por ejemplo, el empoderamiento de los médicos de Atención Primaria, es decir, dotarles de capacidad de programación y priorización de las primeras visitas de consultas externas para que puedan priorizar, lo que comporta trabajar con protocolos acordados y evaluados conjuntamente que permitirán que mejore la accesibilidad de los ciudadanos a las consultas externas. Primaria acabará gestionando 34 millones de euros que actualmente están siendo administrados por hospitales y especialistas.

P. Tras el incumplimiento del déficit, el ministro de Hacienda dejó entrever la necesidad de introducir nuevos ajustes, ¿hay margen en sanidad?

R. El sistema sanitario catalán ha estado infrafinanciado estructuralmente y la coyuntura económica de los últimos años ha hecho que se redujera el gasto. Nuestra voluntad no es empeorar, sino todo lo contrario, mejorar el presupuesto de salud si la economía lo permite. El presupuesto no será inferior al del año pasado, eso seguro.

P. El actual Gobierno de la Generalitat de Cataluña tiene como objetivo la independencia en un plazo y han manifestado su intención de crear estructuras de Estado, ¿qué pondrán en marcha?

R. La Agencia Catalana del Medicamento será fundamental. El gasto en medicamento supone un tercio del presupuesto del CatSalut y el uno por ciento del PIB catalán. Y, actualmente, tenemos competencias muy limitadas sobre esta prestación. Para disponer de una política del medicamento completa debemos poder decidir qué forma parte de la cartera de los medicamentos a través de la autorización y el precio de los mismos. Hemos realizado una reestructuración del CatSalut creando una nueva división del Medicamento, que será base para la futura agencia. Nos prepararemos para que, cuando se produzca la desconexión [la independencia], podamos incorporar las competencias relacionadas con la autorización y el precio. También tendrá capacidad de evaluación y recogerá aspectos relacionados con la tecnología sanitaria.

P. ¿Qué tienen pensado con respecto al marco legislativo de las profesiones sanitarias?

R. Estas competencias, que ahora no son nuestras, también las incorporaremos. Por eso ya hemos llevado a cabo una reestructuración del Departamento de Salut a través de la dirección general de Ordenación Profesional y Regulación Sanitaria, que ha asumido todo lo relacionado con los profesionales. Consideramos que este elemento debe estar en el relato nacional que estamos construyendo. Asimismo, también tendremos competencias en Salud Pública, como es el caso de Salud Internacional, es decir, la diplomacia internacional por parte del Departamento de Salud.

P. ¿Cómo afrontarán la tramitación de la ley de acceso universal a la asistencia sanitaria?

R. El impacto presupuestario de esta ley no es inasumible, todo lo contario. Queremos garantizar que los ciudadanos que de una manera u otra accedían al sistema sanitario no tengan dificultades de acceso. El problema de hacer peligrar la universalidad de la atención sanitaria no es tanto que no se atienda, sino que no se atienda en el momento adecuado. Ahora, la atención que acabaría revirtiendo en el sistema se llevará a cabo en el momento adecuado.

P. ¿Cómo ha funcionado el plan contra la hepatitis C? ¿Cuántos pacientes han tratado y con qué coste?

R. De enero a diciembre de 2015 se han tratado en Cataluña 6.458 pacientes con hepatitis C, lo que representa tres veces más que en el año 2014, cuando se atendieron 2.172 pacientes. El coste de estos tratamientos ha sido de 158,4 millones de euros, cinco veces más que el coste destinado en 2014, que fue de 31,6 millones de euros.

P. ¿En qué situación se encuentra la deuda con el sector sociosanitario?

R. Considerando como deuda por impago todo lo que a día de hoy está pendiente de pago sobrepasando el plazo de 30 días, como así lo indica la ley, el CatSalut debe 630,9 millones de euros a proveedores sanitarios, centros dispensadores de artículos ortoprotésicos y colegios de farmacéuticos. Es cierto que tenemos dificultades de tesorería desde hace tiempo. Estos primeros meses conservamos plazos de pago de entre 60 y 75 días. La previsión es que, a medida que transcurra el año, esto se complicará un poco. Pero la tesorería también depende de que el Estado no dificulte los recursos. Pedimos al ministerio que no sea tan restrictivo con el grifo de la liquidez y que podamos ir pactando con el sector calendarios de pagos estables para que los proveedores puedan realizar sus planificaciones de tesorería.

P. El CatSalut ha firmado 19 esquemas de riesgo compartido que implican a 28 de los 50 hospitales. ¿Cuántos acuerdos más están negociando?

R. Hasta ahora, se han puesto en marcha 19 acuerdos de riesgo compartido entre hospitales y laboratorios tutleados por el CatSalut, principalmente en el área de oncología, que implican 11 medicamentos, 10 laboratorios farmacéuticos, 28 hospitales y 7 indicaciones terapéuticas. Actualmente, estamos trabajando en la implantación de un acuerdo de riesgo compartido con carácter más sistémico en todo el Siscat (que se aplique en todos los hospitales de Cataluña) en la indicación de cáncer de colon, así como algunas propuestas aún en valoración en melanoma.

P. Un eje del Plan de Salud 2016-2020 son “los resultados en salud como prioridad en la contratación de servicios”. ¿Cómo van a medir resultados?

R. La Administración tiene que poder llegar a acuerdos financieros con la industria, no sólo de resultados. El problema es que no tenemos los resultados de la innovación en el mismo ejercicio en el que disponemos de los recursos. La idea es explorar otras formas de riesgo compartido de carácter más financiero para aquellas innovaciones sin efectos inmediatos. Fórmulas que permitan dilatar el pago en términos de resultados o ahorros en el futuro. Medir resultados no debe ser únicamente medir cuánto alarga la supervivencia un fármaco, sino también el ahorro que genera para el sistema. Por otro lado, es necesario que nos podamos anticipar a la innovación. Tenemos que saber qué es lo que va a llegar.

La Agencia Catalana del Medicamento será fundamental en las estructuras de Estado”

Nuestra voluntad no es empeorar, sino mejorar el presupuesto de salud si la economía lo permite”