| viernes, 29 de noviembre de 2013 h |

Carlos Varela, secretario general de la Coordinadora Española de VIH/Sida (Cesida) solicita, en el marco del Día Mundial del Sida, una mayor implicación por parte del Gobierno ya que, hoy en día, existen numerosas situaciones que vulneran los derechos fundamentales de las personas con el VIH.

Pregunta. ¿Podría ofrecer un balance de la situación actual del colectivo representado por Cesida?

R. A pesar de que en el año 2013 ha habido importantes avances científicos, el ámbito social ha estado marcado por el estancamiento, e incluso retroceso, de los derechos de las personas con el VIH y sida, tanto en lo público como privado. En la actualidad, la errónea catalogación de esta infección como ‘enfermedad infecto-contagiosa’ provoca que muchas personas con VIH y sida sigan siendo discriminadas en el ámbito laboral, en la contratación de seguros de salud o accidente o para obtener una plaza en residencias para mayores, por poner algunos ejemplos. Además, la política sociosanitaria del Gobierno ha acrecentado las desigualdades y exclusiones en el acceso al sistema sanitario. En el caso de algunas personas con el VIH, no pueden acceder al tratamiento antirretroviral.

P. ¿Qué está haciendo Cesida en pro de este colectivo?

R. Los esfuerzos de la coordinadora se centran en una gran cantidad de situaciones de conflicto que reclaman una respuesta eficaz y un compromiso de alto nivel que garantice aspectos como la prevención del VIH, la lucha contra la exclusión social, el abordaje de la dimensión de género de la epidemia, la inserción sociolaboral de las personas con el VIH, la atención socio sanitaria de los pacientes privadas de libertad, la erradicación de la homofobia y, en definitiva, el cese de la vulneración de los derechos fundamentales a que están siendo sometidas las personas con VIH y sida en esta sociedad.

P. ¿Cuál es la prioridad de la coordinadora en estos momentos?

R. En primer lugar, las entidades que trabajamos en el ámbito del VIH y el sida exigimos al Gobierno que retire el Real Decreto 16/2012, así como de los sucesivos decretos y recortes referentes al sistema sanitario, con el objetivo de volver al modelo ejemplar de sanidad que teníamos. Es necesario que se garantice el acceso de toda la población al seguimiento y tratamiento de la infección por el VIH, así como a los últimos medicamentos para la Hepatitis C, ya que en la actualidad, este derecho está siendo negado a las personas privadas de libertad y a aquellas en situación administrativa irregular. También exigimos a la Administración General, así como a las autonómicas y municipales, la realización de campañas de prevención y fomento de la prueba del VIH. Se debe implantar la prueba rápida en todos los centros de salud y apoyar más a las ONG’s, para que éstas puedan llegar a aquellos sectores de la sociedad más vulnerables. Además, para evitar las continuas situaciones de discriminación hacia las personas con VIH por parte de empresas y administraciones, tanto públicas como privadas, es fundamental descatalogar la infección por VIH como “enfermedad infecto-contagiosa”.

P. ¿Qué alternativas sugiere a la Administración Pública para contribuir a la sostenibilidad del SNS?

R. En el ámbito del VIH hay políticas que podría ayudar a sostener el SNS, la fundamental sería la de destinar más recursos a la prevención del VIH. Actualmente estos recursos son escasos y nos impiden disminuir el número anual de nuevas transmisiones. Por tanto, invertir en políticas preventivas es enormemente más barato y eficaz que no hacerlo. Lamentablemente, esta apuesta por la prevención que se ha visto eficaz en otras enfermedades, no ha llegado aún a las políticas sanitarias en materia de VIH.

P. ¿Qué quisiera destacar en el marco del día mundial del sida?

R. Uno de los problemas más graves en nuestro país es que no se tiene una percepción real del riesgo. En España se estima que hay entre 130.000 y 150.000 personas infectadas por el VIH y un 30 por ciento de ellas lo desconoce. Casi la mitad de los nuevos diagnósticos se producen en estados avanzados, aumentando el riesgo de transmisión. Por ello, hoy más que nunca es necesaria más ayuda, más inversiones y más compromiso si queremos, de verdad, llegar a controlar la infección por VIH.