Año 2014: 382 millones de personas padecen diabetes. Año 2035: esta cifra aumentará hasta alcanzar los 592 millones. Esta variación del 55 por ciento se deberá, fundamentalmente, a un cambio de los patrones alimenticios, una reducción de la actividad física, el crecimiento poblacional y al impacto medioambiental.
Año 2014: 382 millones de personas padecen diabetes. Año 2035: esta cifra aumentará hasta alcanzar los 592 millones. Esta variación del 55 por ciento se deberá, fundamentalmente, a un cambio de los patrones alimenticios, una reducción de la actividad física, el crecimiento poblacional y al impacto medioambiental.
En esta línea, el presidente de la Sociedad Francesa de Oftalmología (SFO) y jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario de Burdeos (Francia), Jean-Francois Korobelnik, comenzó su ponencia, celebrada en el marco del Congreso EURetina 2014 celebrado en Londres (del 11 al 14 de septiembre), alegando que el edema macular diabético afecta “a entre un 12 y un 28 por ciento de las personas con diabetes tipo 1 y tipo 2 respectivamente” y que suele ocurrir en cualquier estadío de la retinopatía diabética, pero “se correlaciona con la gravedad de la enfermedad”.
Un 46 por ciento de las personas que padecen diabetes, ni siquiera tienen conciencia de ello puesto que todavía no han sido diagnosticadas. Además, alrededor de un tres por ciento presenta deficiencia visual provocada por el edema macular diabético (EMD).
Asimismo, Marc Evans, doctor especializado en diabetes en el Hospital de Llandough; Hospital Universitario de Gales (Reino Unido), explicó cuáles son algunas de las causas que pueden favorecer la aparición de la diabetes y cómo ésta ejerce un papel clave en el desarrollo de problemas visuales como la retinopatía diabética —aproximadamente, un tercio de la población diabética la presenta—.
Evans no dejó pasar la oportunidad para recordar el enorme coste sanitario que supone la diabetes. Como ejemplo de ello, “los14.000 millones de libras que se gasta cada año el sistema nacional de salud británico”, precisó.
La diferencia entre un paciente que presenta EMD y otro que no, es de 16.000 euros anuales y, ya no se trata sólo del impacto en los sistemas financieros de cada país y en una pérdida de productividad y ganancias, sino que esta discapacidad tiene un efecto notorio, y negativo, en su entorno más cercano.
Según las últimas estadísticas, cerca de 6,2 millones de personas en todo el mundo podrían necesitar tratamiento para EMD. En contraposición, la buena noticia que ofrecieron los expertos, es que gracias a los diagnósticos tempranos y a un tratamiento apropiado, la pérdida de visión de los pacientes puede estabilizarse e incluso recuperarse, de forma que puedan realiza, nuevamente, una vida normal.
Sin perder de vista estas cifras, también se puso de relieve que el 80 por ciento de los problemas visuales pueden ser prevenidos o curados, aunque para ello, es importante realizar revisiones oculares periódicas, administrar un tratamiento que sea “proactivo y continuo” y seguir investigando en nuevas opciones terapéuticas que permitan acercarse a la cura de aquellas patologías que, en la actualidad, no tienen solución.
Tratamiento
Una gran cantidad de pacientes aquejados por el EMD tienen que someterse a tratamiento focal con láser. No obstante, durante la celebración del EURetina 2014, Korobelnik explicó algunos de los resultados que se han obtenido tras dos años del estudio en fase III Vivid-EMD y que se presentan como una alternativa viable y efectiva.
Aflibercept, comercializado por el laboratorio Bayer como Eylea consiste en una solución inyectable que permite un aumento sostenido en la mejora de la agudeza visual corregida (MAVC), comentó, respecto a los valores iniciales a los dos años de tratamiento, si se comparan con la fotocoagulación con láser.
Del total de pacientes que participaron en el estudio, 136 recibieron aflibercept una vez al mes, 135 cada dos meses, tras una dosis de carga inicial de cinco inyecciones mensuales y 132 el tratamiento comparado con fotocoagulación.
Después de dos años de tratamiento, el segundo grupo tuvo una ganancia media de 9,4 letras en la MAVC, en relación con los valores iniciales y el tercer grupo un promedio de cambio de 0,7 letras.
A esto hay que añadir, que un tercio de los pacientes (31,1 por ciento) que fueron tratados con la solución inyectable cada dos meses, lograron en una de las variables, un aumento significativo de al menos 15 letras.
Esto se traduce en tres líneas a los dos años, desde los valores iniciales y en comparación con el grupo de tratamiento láser.
Korobelnik, prosiguió explicando que este programa fase III para el EMD se compone de otros estudios —Vivid-EMD, Vista-EMD y Vivid-EAST-EMD—-, que todavía están en marcha.
Puesto que se trata de una enfermedad que dificulta el poder mantener una vida normal, debido a la visión borrosa, con parches y la pérdida de contraste, estos resultados son “alentadores”.
Aflibercept ya ha sido aprobado en muchos países para el tratamiento de pacientes con degeneración macular asociada a la edad y el edema macular secundario a obstrucción de la vena central de la retina. Ya se ha solicitado su autorización en Japón, Asia Pacífico, Latinoamérica y Estados Unidos para el tratamiento del EMD.
Peter Scanion, director del Programa de Detección de Diabetes Ocular del Sistema Nacional de Salud Británico, habló sobre la importancia de un diagnóstico a tiempo y las técnicas de cribado efectivas.
Sin duda, fue rotundo, “lo importante es diagnosticar la enfermedad cuando el tratamiento tiene un alto porcentaje de éxito”. Algo en lo que coincidieron todos los expertos.
El EMD afecta a entre un 12 y un 28 por ciento de las personas con diabetes tipo 1 y tipo 2
Japón, Asia Pacífico, Latinoamérica y EE.UU. han solicitado la autorización de aflibercept para tratar el EMD
Al menos el 11 por ciento de los costes sanitarios totales de adultos en todo el mundo se atribuye a los relacionados con diabetes.
La diabetes supuso unos gastos sanitarios en 2013 de alrededor de 424.145 millones de euros. Si la situación no varía, se estima que en el año 2035 la cifra pueda aumentar hasta situarse en 485.306 millones de euros.
Aparte, aquellos casos de diabetes no diagnosticada generan unas pérdidas económicas por valor de unos 13.932 millones de euros anuales.
Asimismo, el coste anual directo por cada paciente con edema macular diabético es aproximadamente dos veces superior al generado por aquellos pacientes que presentan diabetes pero por el momento no tienen signos de padecer EMD.