CIRSE 2013, Congreso de la Sociedad Europea de Radiología Intervencionista y Cardiovascular

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c. ossorio Barcelona | viernes, 20 de septiembre de 2013 h |

La radiología intervencionista cuenta, entre otros, con métodos de radiofrecuencia que permiten tratar los tumores con agujas locales, pero no habían funcionado hasta el momento en el abordaje de tumores de páncreas. Sin embargo, una de las novedades más notables del Congreso de la Sociedad Europea de Radiología Intervencionista y Cardiología (CIRSE), recién celebrado en Barcelona, ha sido la electroporación irreversible, que emplea electrodos de corriente continua de alta tensión para producir necrosis.

Como destacó José Joaquín Martínez Rodrigo, copresidente del Comité Local del Congreso y jefe de Radiología del Hospital La Fe de Valencia, “la electroporación aporta un nuevo sistema para matar las células tumorales, que tiene la ventaja de que respeta los vasos, los nervios y la estructura matriz del órgano, y en este caso, permite tratar tumores complejos de muy mal pronóstico, como el de páncreas”.

La técnica consiste en colocar una o varias agujas en el tumor, con guía de TAC, y aplicar una corriente eléctrica continua de muy alta intensidad que destruye la membrana de las células. Los resultados iniciales, según ha comprobado un equipo de la Universidad de Miami, liderados por Govindarajan Narayanan, son muy esperanzadores a la hora de rescatar pacientes que en un principio no son operables, ya que como apunta Martínez, convertir al paciente en candidato a la cirugía es lo que permite aumentar la supervivencia.

Además, la técnica también parece impactar positivamente de forma paliativa, en los pacientes con peor pronóstico. A nivel nacional, sólo profesionales del Hospital Clínic de Barcelona están participando en ensayos internacionales con esta técnica.

En lo referente a más avances en el tratamiento de tumores, durante la rueda de prensa oficial del congreso se destacó un estudio elaborado por el grupo de Barcelona-Clínic Liver Cancer Group, que ha demostrado el beneficio de la ablación por radiofrecuencia en hepatocarcinoma, en comparación con la cirugía convencional, puesto que esta última sólo se puede realizar en un 10-20 por ciento de los pacientes.

Así, tal y como comentó Teresa Moreno, presidenta de la Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista (Servei), la técnica supone menor mortalidad perioperatoria, del 0,3 por ciento frente al 2,2 por ciento de la cirugía. Además, con ella se registran menos complicaciones (6,2 vs. 29,6 por ciento).

En cuanto a supervivencia, con la ablación por radiofrecuencia es del 92, 62 y 38 por ciento el primer año, a los tres y a los cinco, respectivamente. Si bien es verdad que la cirugía obtiene aún mejores tasas (de 2,5 meses de diferencia), los expertos remarcan que es necesario tener en cuenta los datos de mortalidad asociados a ella.

El sistema FLEX

En cuanto a otras novedades destacadas en el congreso, fuera del ámbito oncológico, destaca una técnica permite realizar anastomosis en fístulas arterio-venosas, es decir, unir vasos y venas de forma percutánea, sin necesidad de recurrir a la cirugía en pacientes con insuficiencia renal crónica sometidos a hemodiálisis. Lo ha realizado por primera vez un equipo liderado por Dheeraj K. Rajan, de la Universidad de Toronto (Canadá), en un estudio piloto con 16 pacientes, y con ello obtienen una efectividad superior al 95 por ciento.

En concreto, consiste en una fístula arteriovenosa autógena percunátea, creada mediante el denominado sistema Flex, basado en un procedimiento que funciona mediante catéteres, imanes y radiofrecuencia.

A raíz de los resultados del ensayo piloto fase I, en el que se ha comprobado la viabilidad y la seguridad de esta nueva fístula, los autores han comunicado que llevarán a cabo la fase II del estudio.

La denervación renal, que consiste en introducir un catéter en el sistema arterial y destruir por radiofrecuencia los nervios que inervan los riñones, es una técnica que en diversos estudios ha demostrado su eficacia en el tratamiento de la hipertensión arterial refractaria, pero que tiene un coste muy elevado, según señala el copresidente local del congerso, José J. Martínez. Ahora bien, la utilización de etanol deshidratado podría traer la solución económica sin restar eficacia a este método, como ha demostrado el equipo liderado por Tim A. Fischell, profesor de Medicina de la Universidad del Estado de Michigan (EEUU). Aunque de momento sólo se ha probado en un modelo porcino, su aproximación endovascular usando la neurólisis química a partir de una inyección periadventicia de alcohol para realizar la denervación de las arterias renales parece haber funcionado de forma segura, por lo que abre un nuevo campo de experimentación.