JAVIER SALVADOR, Presidente
de la SEEN
| viernes, 03 de enero de 2014 h |

La especialidad de Endocrinología y Nutrición agrupa un amplio sector de patología que incluye enfermedades de las glándulas de secreción interna así como las alteraciones del estado nutricional. La frecuencia de obesidad en la población adulta, que alcanza un 23% y la de diabetes mellitus, que afecta al 13,8% son dos exponentes de la epidemia de enfermedades metabólicas que estamos viviendo. Adicionalmente, la prevalencia de enfermedades derivadas de la patología de otras glándulas como el bocio, la disfunción tiroidea o la osteoporosis escenifican un panorama extraordinariamente amplio de acción para la especialidad. La preocupante tasa de desnutrición hospitalaria es otra manifestación que tiene un impacto muy severo en la morbimortalidad de los pacientes ingresados en los hospitales, abriendo al mismo tiempo una ventana de prevención y tratamiento a través de la aplicación de guías y protocolos nutricionales que tienen una enorme repercusión sobre la calidad y expectativa de vida.

La universalidad de la expresión de los receptores de hormonas como insulina, glucocorticoides, hormonas tiroideas, IGF-1, vitamina D y esteroides sexuales en múltiples tejidos avanza el incontestable papel que la manipulación hormonal tiene sobre la funcionalidad de órganos y tejidos y de la homeostasis en general.

Los sistemas de retroalimentación, extraordinariamente sensibles y finamente regulados, se encargan de adaptar la situación del organismo a las diferentes condiciones clínicas representadas por enfermedades sistémicas cardiovasculares, gastrointestinales, cerebrales, infecciosas o tumorales. Con frecuencia la modulación de distintos ejes hormonales y del estado nutricional puede seguirse de diferentes respuestas anabólicas o catabólicas, o de la exposición o protección de determinados tejidos a diferentes agresiones. Por otra parte, las enfermedades sistémicas alteran los sistemas de contrarregulación que con frecuencia reaccionan de forma desmesurada al estrés generando alteraciones como la hiperglucemia, resistencia insulínica o el hipogonadismo. La implicación de la nutrición en la supervivencia frente a los agentes patógenos está fuera de duda, su contribución es fundamental en el rendimiento terapéutico. Las enfermedades psiquiátricas tienen una extensa repercusión hormonal de consecuencias nefastas para el desarrollo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares. Así pues, la especialidad se encuentra en la encrucijada de toda la patología orgánica y multisistémica. Su inclusión en los equipos multidisciplinares orientados al tratamiento de diversas enfermedades ofrece nuevas posibilidades de éxito terapéutico y el progresivo avance de la investigación delinean un futuro de innovación diagnóstica y terapéutica para una especialidad en pleno desarrollo.