DIABETES

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carmen m. lópez Madrid | viernes, 14 de febrero de 2014 h |

La falta de esfuerzos que se están realizando en la atención, consecuencia de la poca educación terapéutica que existe, es para Edelmiro Menéndez, presidente electo de la SED, la diferencia que existe entre el consumo de tiras reactivas y las recomendaciones de la sociedad.

Según un estudio elaborado por la Escuela Andaluza de Salud Pública, se estima que de los 605,2 millones de tiras anuales que deberían consumirse según la SED, en España se consumen 421,6 millones, un 69,67 por ciento de lo recomendado, lo que supone un exceso de complicaciones evitables. Para la presidenta de la SED, Sonia Gaztambide, la heterogeneidad que existe entre las comunidades es enorme.

Precisamente, Bernat Soria, presidente de la Fundación de la SED, resaltó hace unos meses a GM la importancia de los glucómetros y las tiras reactivas. “La incorporación de la innovación no sólo puede ser coste-efectiva, sino que favorece la sostenibilidad del sistema”. En este sentido, Alfonso Luis Calle, jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico San Carlos, incide en la importancia de la educación ya que las decisiones desde el punto de vista cortoplacista perjudican el abordaje de la diabetes. Calle interpreta que las normas que se están dando para restringir la utilización de tiras reactivas para la determinación de la glucosa capilar son muy economicistas. El experto considera que el problema radica en que no se diferencia entre autoanálisis y autocontrol. Para él, la obtención de la glucosa capilar tiene que ir acompañada de un programa educativo estructurado.

Por otra parte, Menéndez, recuerda que desde la SED consideran que un único sistema de medición de la glucemia capilar no satisface las necesidades de todas las personas con diabetes, dada la diversidad de situaciones. En este sentido, “la iniciativa del ministerio de compras centralizadas donde sólo puede haber un único producto adjudicado por cada CC.AA. no tiene en cuenta las necesidades de los pacientes ni disminuye el gasto”, considera Soria, ya que si todo se deja en manos de un solo proveedor “estamos cada vez más cerca del monopolio y eso siempre es malo”.

En definitiva, todos insisten en la importancia de la educación terapéutica, ya que conformaría un aspecto esencial para evitar complicaciones derivadas de esta enfermedad. El uso de la automonitorización de la glucemia en un programa estructurado aumentaría de forma notable la regresión en pacientes diabéticos tipo 2 recién diagnosticados después de tres años de seguimiento.