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Teresa Rey, RSC La capacidad de innovación de las compañías del sector de tecnología sanitaria no sólo contribuye a mejorar la salud y calidad de vida de los ciudadanos y pacientes, sino que tiene que dar un paso más allá e intentar trasladar esa evolución al concepto de empresa responsable. Este es uno de los retos de RSC de la Federación española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), según comenta su secretaria general Margarita Alfonsel, quien además considera que las organizaciones que operan en el sector salud incorporan de forma innata y consustancial estos conceptos: “Sin duda, los que operamos en este sector tenemos un terreno ganado y precisamente por esto debemos ser pioneros y ejemplo de la integración del concepto de responsabilidad en la gestión y la actividad empresarial”. Acorde con esta filosofía y para ayudar a cumplir estos objetivos Fenin creó a principios de 2008 una Comisión de Sensibilización en materia de RSE con el objetivo de difundir, intercambiar información y animar a las empresas de tecnología sanitaria a colaborar en aspectos relacionados con este área. “La actuación de esta Comisión —especifica Alfonsel— parte del convencimiento de que los comportamientos éticos deben guiar la toma de decisiones en la entidad, a través de conductas responsables hacia los empleados, los clientes y la sociedad”. Los proyectos de colaboración con determinadas organizaciones sin ánimo de lucro son el ejemplo más palpable del esfuerzo realizado por Fenin, pero también destacan otras iniciativas. Éste es el caso de la publicación durante el año pasado de la primera Guía de Responsabilidad Social Empresarial en el Sector de la Tecnología Sanitaria, que “está sirviendo como una hoja clara de ruta para las empresas” apostilla Alfonsel. Por otra parte y dentro de esta serie de actuaciones, Fenin se encargó también de organizar recientemente en la sede de Esade (Madrid), la Jornada sobre Iniciativas Responsables en donde se debatieron estos temas. En el marco de este encuentro salió a colación la situación económica actual y su vinculación con la RSE. Jordi Pujol, coordinador de la Comisión RSE de Fenin, matizó durante la reunión que “en un contexto de crisis global, la apuesta por la responsabilidad social empresarial bien entendida, es decir, como cambio profundo en la organización y estructura, así como elemento creador de innovación, se está erigiendo como un antídoto contra la recesión y regenerador de la empresa”. En opinión de Pujol la recesión está cuestionando las iniciativas que se guían por principios erróneos de responsabilidad social, como pueden ser las contribuciones sociales, mecenazgo o planes de comunicación que enfatizan los conceptos morales. En este mismo sentido, se manifestó Inmaculada Merino, coordinadora de voluntariado de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios y que mantiene varios proyectos con Fenin: “El que una empresa desarrolle una iniciativa de RSE de forma aislada, no quiere decir que sea socialmente responsable”. Para explicar esta aseveración Merino hizo un símil relacionado con el mundo del voluntariado, insistiendo en que tampoco es lo mismo hacer voluntariado que ser voluntario si luego no se traslada esa actitud al resto del planteamiento global de la vida. “Esto ocurre en mi ámbito —prosiguió— y en el de la solidaridad en general, por eso a veces se ejecutan ideas que son más estéticas que éticas, con el objeto final de dar buena imagen”. Pujol insistió en que cada vez más se están relanzando aspectos bien entendidos de RSE como elemento finalizador de las propias empresas, que persiguen la reorganización desde el propio empleado para revertir en la satisfacción de los consumidores. De igual modo, la secretaria general de Fenin, expuso a esta publicación que las experiencias analizadas durante las jornadas muestran que la RSE no es exclusiva de las grandes corporaciones y toda empresa, independientemente de su tamaño, puede implantar y desarrollar una excelente política que abarque estos parámetros. “El compromiso social es una actitud y una aptitud intrínseca de la entidad que considera estas prácticas como una inversión, un valor añadido en tiempos de crisis y como elemento creador de avances”. Experiencias concretas En el acto se dieron a conocer distintos proyectos sociales realizados en colaboración con Fenin y desarrollados por la Fundación Prevent, Roche Diagnostics, la Orden Hospitalaria San Juan de Dios, la Federación Española de Enfermos Neuronales y Lanzarote Help. Cada uno presentó su caso y destacó la importancia de la aportación de las empresas de tecnología sanitaria en cada una de sus propuestas. Además, algunos dieron a conocer las trabas con las que se encuentran debido, en muchas ocasiones, a ideas preconcebidas. Este es el caso del Hospital Ebomé en Camerún gestionado por la ONG Lanzarote Help, que según Teresa López-Cotarelo responsable de proyectos, se enfrenta a muchas dificultades en cuanto a la donación de material tecnológico. La voluntaria comentó que un hospital de las características de Ebomé, con 27 camas y cerca de 30 cameruneses trabajando, no necesita una maquinaria costosa, sin embargo a la hora de plantear a algunas empresas de tecnología sanitaria la posibilidad de colaborar con donaciones, la tendencia es que piensen en grandes aparatos y por eso muchas llevan el “no” por delante. Pero esta no es la realidad, “la tecnología que se necesita en esta clase de hospitales es muy básica, como tensiómetros, gasas, sondas vesicales o aparatos sencillos cuyo valor no suele superar los 3.000 euros”, aclara la responsable de Lanzarote Help. Por otro lado, en Roche Diagnostics se embarcaron en un proyecto de integración laboral de personas con discapacidad hace un par de años aproximadamente. Adriana Fraticelli, HR Business Partner de la farmacéutica, manifestó que el plan se inició en un principio con cierto escepticismo al partir de ideas preconcebidas, ya que en una industria farmacéutica generalmente se requiere un perfil muy técnico. Al final, se estableció como objetivo principal llegar, al menos, a la no discriminación en el proceso de selección. “Y esto sí se ha conseguido, incluso se ha llegado a contratar a personal con discapacidad para labores de almacenaje y el resultado ha sido bueno”. Cada experiencia aporta algo positivo y de lo que aprender. En el caso de las empresas de tecnología sanitaria, como concluye Margarita Alfonsel, para conseguir un mayor compromiso social, deben establecerse líneas de diálogo basadas en la transparencia, promover la mejora continua de sus productos y servicios, responsabilizándose de las consecuencias de sus acciones, y promover políticas y acuerdos que contribuyan y defiendan la sostenibilidad del sistema sanitario en el que actúa. | lunes, 21 de noviembre de 2011 h |

Fenin ha dado un paso más en materia de RSE y ha convocado por primera vez los Premios Voluntades. Estos galardones parten de la premisa de que la mejor forma de fomentar la responsabilidad empresarial es explicando y comunicando lo que hacen las compañías del sector. El nombre “voluntades” se adquirió precisamente por el carácter voluntario que tienen estas actividades y porque “la voluntad es un valor fundamental de compromiso, estímulo y decisión de avanzar”. Así, la convocatoria pretende favorecer el conocimiento de estas actuaciones, además de apoyar su implementación en las empresas asociadas a Fenin y reforzar su capacidad competitiva.

Todas aquellas empresas integradas en la Federación podrán presentar hasta el 31 de enero de 2012 sus propuestas de RSE en una o varias de las tres categorías planteadas:

Avances laborales y sociales. Gestión ambiental y seguridad. Innovación sostenible.