C. S. Madrid | viernes, 27 de noviembre de 2015 h |

Del total de personas que han padecido un episodio psicótico, entre el 15 y el 20 por ciento no van a presentar un segundo evento, incluso cuando se cumplen los criterios diagnósticos para esquizofrenia.

Sin embargo, es imprescindible hacer más hincapié y dedicar más esfuerzos en la intervención precoz de este tipo de trastornos porque son numerosos los trabajos internacionales que han demostrado que resulta coste-efectiva. Coste-efectiva no solo porque supone un ahorro para los sistemas de salud, sino porque se “pueden salvar vidas y mejorar la calidad de vida de quien los padece”.

Así lo aseguraron expertos como Belinda Lennox, profesora asociada en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oxford y psiquiatra consultora en el servicio de Oxford Health NHS FT (Reino Unido), quien explicó cómo ha resultado la experiencia de los servicios de intervención precoz en Reino Unido para primeros episodios de psicosis.

“Llevamos 15 años con estas unidades y hemos recabado mucha información, por lo que desde abril de 2016, tener este tipo de servicios será de carácter obligatorio”, afirmó. No obstante, algo que le sorprende es que a pesar de “los buenos niveles de evidencia que hay al respecto, este tipo de intervenciones precoces no estén implantadas en todo el territorio europeo salvo para otro tipo de patologías como, por ejemplo, el cáncer”.

¿Por qué sí?

Asimismo, el director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam) y jefe del Servicio de Psiquiatría en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Celso Arango, recalcó que los últimos trabajos que evalúan los resultados de este tipo de intervenciones precoces en psicosis dejan dos ideas fundamentales.

“Por un lado; cuanto antes intervengamos, cuanto menos tiempo pase entre los primeros síntomas de psicosis y recibir el tratamiento integral —psicosocial, psicoterapeutico, farmacológico, etc.— mejor será el pronóstico, su funcionamiento y convinción a largo plazo e incluso habrá menores consecuencias neurobiológicas —menor pérdida de sustancia gris frontal— tendrán”, explicó. “Por otro lado, hablamos de cambiar el curso de la enfermedad y, aunque esto puede no ser aplicable a todos los pacientes; la discapacidad que causan estos trastornos es lo suficientemente importante como para que se le preste atención”.

Estas unidades de atención precoz en psicosis —y que en algunos países se ha decidido establecer por ley— “deben abrirse en España”, añade.

En esta línea, Marianne Melau, investigadora clínica y enfermera psiquiátrica especializada en esquizofrenia en el grupo de investigación clínica OPUS, de Dinamarca, suscribió las palabras de los expertos y añadió que, además de reducir las hospitalizaciones, la intervención temprana ha demostrado una mejora en el funcionamiento social y en la satisfacción del individuo.

En concreto, concluyó diciendo que los resultados del trabajo OPUS demuestran que las intervenciones precoces “son superiores a los tratamientos habituales, disminuyendo los síntomas de la psicosis, los síntomas negativos, los abusos de sustancias tóxicas, mejora el funcionamiento social y la adherencia y se ahorran recursos sanitarios”.