c.o. Barcelona | viernes, 22 de noviembre de 2013 h |

En la actualidad no hay duda de que la infección por VIH se ha convertido en una enfermedad crónica marcada por comorbilidades asociadas al envejecimiento. Así lo relataba durante el congreso Amy C. Justice, investigadora principal de la Veterans Aging Cohort Study, el mayor estudio sobre envejecimiento en pacientes con VIH que se está haciendo en el mundo. La experta destacó que el mayor riesgo de multimorbilidad al que expone el VIH cambia las reglas del juego, ya que, si se trata cada patología del paciente de forma individual, y no se aborda en conjunto, cobrarán protagonismo las interacciones y la toxicidad acumulativa derivadas de la polimedicación. Aunque hay biomarcadores que sugieren que en las personas con VIH comienzan antes los cambios asintomáticos previos a la manifestación de enfermedades como cáncer, cirrosis hepáticas, patología cardiovascular o cognitiva, lo cierto es que aún existe incertidumbre en este campo, y Justice insistió en la importancia de tratar con TAR tan pronto como sea posible para prevenir daños en el sistema orgánico.