C.M. López / J.P. Ramírez Madrid | martes, 05 de mayo de 2015 h |

Los batacazos electorales de PP y PSOE y la fuerte irrupción de Podemos y Ciudadanos como compañeros de viaje de los partidos mayoritarios está esbozando un panorama político bien diferente al de los últimos comicios donde la mayoría absoluta pintaba de azul el mapa. La nueva realidad impone pactos entre las viejas y las nuevas formaciones para la formación de gobiernos autonómicos. A menos de un año para que se celebren las elecciones generales se empiezan a atisbar los primeros cambios en las políticas de salud. El ejemplo más claro es el de Compromís, que podría formar gobierno en la Comunidad Valenciana junto a PSOE y Podemos frente a la mayoría del PP. Este partido ha incluido entre sus condiciones dirigir la consejería de sanidad.

Incluso el ministro Alfonso Alonso ya ha dado algunos pasos atrás en la reforma sanitaria emprendida por su antecesora, Ana Mato, con el Real Decreto 16/2012. Desde que asumió el cargo el año pasado, Alonso ha defendido las medidas para la racionalización del gasto, pero se ha visto obligado a introducir modificaciones, como la retirada del copago hospitalario y el anuncio de que los inmigrantes irregulares vuelvan a ser atendidos en atención primaria, en lugar de en urgencias. Pese a estos cambios, la pasada semana en el Congreso de los Diputados insistió en la necesidad de estas iniciativas: “Estas medidas han garantizado su equidad, cohesión y eficiencia”.

Las modificaciones han recibido el respaldo de la oposición, especialmente por los portavoces de Sanidad en el Congreso de los Diputados de PSOE y CiU, José Martínez Olmos y Conxita Tarruella. A tenor de lo ocurrido en las elecciones municipales y autonómicas, el previsible cambio de color en el Gobierno central hace prever más variaciones sobre reforma sanitaria de Mato.

Tres de los puntos que más controversias han generado son el nuevo modelo de asistencia sanitaria, la retirada de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes irregulares y el copago farmacéutico. La mayoría de las fuerzas se ha opuesto a estos tres puntos. Sólo Ciudadanos se mantiene al margen. La formación que dirige Albert Rivera no desvela una postura clara en cuanto al sistema de aseguramiento y en su programa electoral defiende un sistema público sanitario y universal. Sí se decanta a favor del copago farmacéutico como “elemento disuasorio en aquellos pacientes menos graves que tengan la posibilidad de administrar mejor el uso de medicamentos o servicios sanitarios”. En cuanto a la tarjeta sanitaria para inmigrantes irregulares, Rivera ha realizado diferentes declaraciones en las que limita su titularidad a españoles y a extranjeros con permiso de residencia.

Del mismo modo, las distintas formaciones plantean otras fórmulas en caso de ocupar las administraciones, que ya adelantaron a GM hace unas semanas. En comunidades donde la hipótesis de una coalición de izquierdas entre PSOE y Podemos planea sobre el ambiente, algunas medidas como la recuperación de las áreas diferenciadas, volver a la financiación finalista y extender el modelo de subastas marcarían la tónica sanitaria.

“Recuperar las áreas diferenciadas para garantizar la continuidad asistencial” es una de las medidas que tanto PSOE como Podemos llevarán a cabo en administraciones como Madrid de llegar a conformar gobierno. Sin embargo, a nivel nacional desde Podemos, también defienden renunciar al área única y “generar en su lugar áreas pequeñas que permitan que los ciudadanos entren al sistema de salud por lo local”. De esa manera, añade, “se evita que todo esté centrado en los hospitales, como ha ocurrido hasta ahora”, explicó la representante de Podemos Carmen San José. En esta misma línea, el PSOE también está dispuesto a llevar a cabo este cambio. Esta vuelta de tuerca en la organización asistencial mejoraría a juicio de la responsable socialista María Victoria Moreno, la coordinación entre primaria y especializada.

En este sentido, los partidos tienen claro que la dispersión geográfica y la disgregación de hospitales en algunas comunidades es un problema que va en detrimento de la equidad. A juicio de Moreno “con el área única se ha hecho un engaño y la accesibilidad no es igual para todo el mundo”. De este modo, se abre la posibilidad de recuperar los consejos de salud que sirven para diagnosticar las necesidades y el funcionamiento del sistema en cada área, “así como para detectar problemas en las listas de espera”, comentó la representante socialista. La propuesta de Podemos se completa además con la creación de una única consejería de Salud y Servicios Sociales en donde gobierne.

Subastas

En cuanto al debate para reducir el gasto farmacéutico la idea que más convence al menos al PSOE son las subastas. Para Martínez Olmos este modelo andaluz podría extenderse a otras comunidades autónomas si el partido llegara a gobernar. Extremadura, Castilla La Mancha y probablemente la Comunidad Valenciana serían las siguientes en implantar esta medida, que no gusta a las farmacéuticas. Sin embargo, extender un modelo así no será tan fácil ya que el PSOE es consciente de la polémica que ha generado. La prioridad ahora es encontrar mejoras para evitar desabastecimientos.

En Castilla-La Mancha el programa electoral socialista incluye un epígrafe en por el que se establecerán medidas de control de gasto priorizando la prescripción por principio activo, el uso de genéricos y las subastas de medicamentos. En la Comunidad Valencia, el tripartito que lleva todas las de ganar —PSOE, Compromís y Podemos— también podría adoptar estas iniciativas, aunque aún no se han pronunciado. De hecho, dos de las formaciones contemplan algún trazo en este sentido.

El PP lucha por mantener otras comunidades como Madrid, Murcia y Castilla y León, donde debe pactar con Ciudadanos para formar Gobierno, lo que le obligará a introducir cambios en la financiación.

En el debate de los presupuestos, Ciudadanos siempre ha marcado como objetivo “quitar grasa al sistema, evitando que se utilice para tener un comedero de cargos públicos”, explicó hace unas semanas Carmen Pérez, portavoz de Sanidad en el Parlamento de Cataluña. Las recetas de la formación para gobernar las autonomías se complementan con una mejora de las partidas de Sanidad, eso sí, no mediante financiación finalista. En este sentido, la propuesta de Ciudadanos, tal y como indicó la diputada Inés Arrimadas es “crear un nivel de referencia que pueda controlar al estado y que vele porque se destine adecuadamente la partida sanitaria y así evitar inequidades”.

Esta propuesta se contrapone al proyecto de Podemos que pretende devolver la fórmula finalista al sistema. Así lo explicó su responsable de Sanidad, Ana Castaño, consciente de que la principal oposición vendrá de la mano de algunas comunidades que ven en el modelo actual, no sólo una garantía del marco competencial, sino la mejor fórmula para repartir los fondos disponibles en función de las necesidades.

Se intensifica el debate

sobre el copago farmacéutico y la tarjeta sanitaria para inmigrantes irregulares

Comunidades autónomas como, Castilla-La Mancha y Extremadura podrían aplicar las subastas