CONGRESO/ Exigen que la reforma sea debatida como proyecto de ley en el Pleno

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E.M.C. Madrid | viernes, 11 de mayo de 2012 h |

La Comisión de Sanidad del Congreso del pasado martes ha evidenciado que la anunciada reforma sanitaria ha puesto palos entre las ruedas de la maltrecha carreta con la que los partidos políticos se afanan por alcanzar un pacto sanitario cada vez más lejano.

Mucho tiene que convencer la comparecencia de Ana Mato ante el pleno del Congreso de los Diputados el próximo 17 de mayo para explicar el contenido del real decreto de medidas urgentes para la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud para cambiar las cosas. Lo hará el mismo día en que el Congreso ratifique no la norma, sino la situación de urgencia que ha llevado a promulgarla.

Pocos días antes, la votación para la creación de la subcomisión propuesta por Convergencia i Unió para el análisis de los problemas estructurales del sistema sanitario y de las principales reformas que deberán acometerse para garantizar su sostenibilidad (ver GM nº 411) ha reflejado las enormes diferencias políticas tras una aparente unanimidad. Para empezar, tanto el portavoz del Grupo Mixto, Joan Tardá, como el de Izquierda Plural, Gaspar Llamazares, abandonaron la sala en este punto en señal de protesta. El resto de los grupos votó a favor de la propuesta de CiU.

Tardá invitó a los grupos de la oposición a dejar la sala en la votación si el Partido Popular no se comprometía a tramitar el real decreto como proyecto de ley, negándose a la idea de que la “subcomisión sea coartada para hacer ver que el Parlamento hace algo”, según espetó en su intervención. Si no es así, subrayó que habrá que decirles que “con su pan se lo coman”, aludiendo al tono imperativo de las reformas.

En la misma línea se manifestó Llamazares, cuyo grupo presentó una enmienda que fue desestimada finalmente: “No votaremos a favor de una subcomisión de desacuerdo o de imposición”, indicó, al tiempo que acusó al PP de crear una “neolengua” en la que se habla de pacto cuando se quiere decir “disenso”.

La propuesta, no obstante, recibió el respaldo del resto de grupos políticos, aunque no sin matices. La portavoz de CiU, Concepción Tarruella, aseguró que aunque el RD aprobado por el gobierno marca un antes y un después, su grupo no está dispuesto “a tirar la toalla” y espera que sus conclusiones tengan peso en la reforma. Junto al portavoz socialista, José Martínez-Olmos, que aseguró que no cerrará la puerta al diálogo, aunque los responsables del ministerio, según su exposición, hayan ignorado una oferta abierta realizada por su grupo en el mes de marzo, reclamó la tramitación del texto como proyecto de ley con posibilidad de incorporar correcciones en su desarrollo parlamentario. En la misma línea, Martínez Olmos pidió al grupo popular que “no se quede solo en esta tramitación”, que no den “imagen de rodillo” y advirtió que a veces “rectificar es acertar”.

Las diferencias afloran en la base del debate. Los portavoces de Izquierda Plural, PSOE y el Grupo Mixto hacen hincapié en la sostenibilidad del sistema, que sitúan entre los más eficientes de la UE, aunque mejorable. Mientras PP, Unión, Progreso y Democracia y CiU coinciden en la necesidad de acometer reformas estructurales para garantizarla.

Sus visiones se enfrentarán de nuevo en la recién creada subcomisión, que estará integrada por tres responsables del PP, dos del PSOE, uno de UPyD, uno del Grupo Parlamentario Vasco y otro más del Grupo Mixto.

Además, la Comisión de Sanidad respaldó por unanimidad varias mociones, una de ellas insta al gobierno a considerar la fibromialgia como enfermedad incapacitante y a coordinar políticas con las comunidades autónomas para su abordaje.

Asimismo, se aprobó una enmienda transaccional por unanimidad que pide al gobierno que adopte medidas en el Consejo Interterritorial para mejorar la coordinación interautonómica de los programas de cribado, así como una enmienda de sustitución a la moción sobre la universalización de la asistencia sanitaria pública presentada por el partido socialista. La comisión dio el visto bueno también a la iniciativa para la promoción de la hospitalización domiciliaria en el Sistema Nacional de Salud propuesta por el PP.