CARMEN M.LÓPEZ Madrid | viernes, 10 de junio de 2016 h |

La necesidad de que se establezcan políticas para aumentar la transparencia en el SNS es un clamor unánime de todas las sociedades científicas (SS.CC.). De hecho, la mayoría trabajan alineadas con el Código de Buenas Prácticas de Farmaindustria, adaptándose al nuevo marco. Pero el debate fiscal está abierto y generando algunas dudas que sugieren replantear nuevas fórmulas de colaboración entre industria y sociedades científicas.

El presidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), y presidente electo de la Federación de Asociaciones Científico Médicas (Facme), Fernando Carballo, explica que la formación continuada (FC) no puede ser costeada por los propios profesionales con “el nivel de sueldos que tienen en España”. Carballo recuerda que no solamente es un deber del médico sino que también es una obligación de los empleadores para mantener un buen nivel profesional de calidad. A su juicio, existe una asimetría entre los programas formativos del propio SNS y las “auténticas necesidades de innovación y desarrollo que tienen los profesionales y que emanan de las sociedades científicas”, explica.

El experto comenta que los profesionales sanitarios trabajan, en su inmensa mayoría, por cuenta ajena para el SNS y en esas condiciones es “impropio asumir que su formación continuada es una actividad ligada al ejercicio de una profesión entendida en el sentido habitual de las profesiones liberales”.

Pacto por la independencia

A su juicio, las SS.CC., en colaboración con los colegios médicos, y con el apoyo incluso de Farmaindustria, tienen que actuar diseñando un modelo de formación profesional que garantice la independencia profesional y la adecuación a las verdaderas necesidades formativas del profesional, trasladando su financiación desde una relación industria-médico, a otra médico-organizaciones, aun cuando se mantenga la inversión formativa desde la industria.

El miedo de Carballo radica en que por una penalización fiscal al médico por sus actividades formativas independientes “se vaya a un modelo en que la industria organice por sí misma estas actividades, quebrando la independencia de los contenidos y consagrando un clientelismo de los profesionales a la industria sin intermediarios”.

Las SS.CC. ya tributan

Para la presidenta de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), Inmaculada Alfageme, la transparencia ya la está definiendo el ministerio de Hacienda, y en este sentido, “no hay problema ninguno, ya que todo lo que recibe la sociedad es declarado como dictamina la Agencia Tributaria”. A su juicio, el SNS no quiere ser responsable de la formación continuada, por lo que “clásicamente ha derivado en el hecho de que la industria financie la formación”, indica la neumóloga, para aclarar que es el canal que tienen los especialistas para mantener la FC.

Explicaciones concretas

José Luis Andréu, presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER), considera que “es necesario explicar en qué consiste realmente la reforma del Código de Buenas Prácticas de Farmaindustria para evitar alarmas infundadas”. A su juicio, las transferencias de valor desde las compañías farmacéuticas a los profesionales son necesarias. “Es bueno que la sociedad española sepa que la formación médica continuada de calidad que reciben sus profesionales de la salud es posible gracias al mecenazgo de las compañías que, de esta forma, revierten en la sociedad civil parte de las ganancias que obtuvieron de ella”, indica.

Transferencias no individualizadas

En esta misma línea, Óscar Fernández, presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN), explica que la organización está analizando cómo articular medidas para que las transferencias de valor no sean imputables a una persona, puesto que de ser así, podría derivar en que los profesionales dejen de colaborar con la industria. Además, al igual que Carballo recuerda que los salarios de los profesionales españoles “son los más bajos”, y esto justifica, por tanto, que no puedan hacer frente a un pago en especie.

Asistencia a congresos

El presidente de la Sociedad Española del Corazón (SEC), Andrés Íñiguez, destaca que la SEC edita un informe anual constando la financiación que recibe, dónde se emplea y cómo.

Íñiguez aclara que no hay que confundir las políticas de transparencia con las políticas de desnudez. “Hay que ser transparentes, pero el uso de esa información puede ser un tema delicado y controvertido, puesto que se presta a una utilización que no siempre es con fines bondadosos”. El cardiólogo considera que en un futuro a los profesionales podría no interesarles colaborar con la industria en el ámbito de formación, o bien porque sientan que esa información puede ser utilizada de forma sesgada, o porque consideren que sea un pago en especies. “Si un experto va a dar una conferencia y le pagan por ello, esa retribución ya se declara a Hacienda”. La cuestión, a su juicio, estará en los médicos a los que se les invita a congresos y esa asistencia implica que Hacienda lo interprete como una retribución en especie.

Reflexionar en el modelo

Para Javier Povar de Semes, “el hecho de que sea público no significa que antes no existiera esa transacción”. De este modo, desconoce qué implicaciones puede acarrerar para el médico particular. “La administración tiene una obligación de formación, y ante su inexistencia Farmaindustria colabora con los profesionales en la actualización de conocimientos”, indica, al tiempo que destaca que es una relación honesta y transparente y este es el marco en el que nos movemos. El hecho de que se hagan públicas las cuantías es un ejercicio que considera que es hacia el que hay que avanzar, aunque “si supone un cambio en las obligaciones fiscales es algo en lo que hay que reflexionar”.

Los profesionales por cuenta ajena no podrían asumir que la FC sea una actividad ligada al ejercicio profesional

Habría que plantear un gran pacto entre SS.CC. colegios e industria en diseñar un nuevo modelo formativo