R.C. Madrid | viernes, 20 de noviembre de 2015 h |

Tras más de 15 años de investigación preclínica, la vacuna contra la tuberculosis MTBVAC entró en ensayos clínicos en enero de 2013. Ahora, la revista Lancet Respiratory Medicine acaba de publicar los primeros resultados clínicos con esta nueva vacuna, cuya principal diferencia con la actual, BCG, es su procedencia. Mientras que BCG proviene de una cepa atenuada de origen bovino, Mycobacterium bovis, MTBVAC proviene den una cepa viva atenuada de origen humano, Mycobacterium tuberculosis.

Una ventaja importante ya que, como explica Carlos Martín, investigador de la Universidad de Zaragoza y del Ciberes y el principal responsable del desarrollo de la vacuna, “al estudiar la genómica de las dos bacterias, comprobamos que hay más de cien genes que se pierden en BCG, algunos de los cuales son muy importantes para el reconocimiento del sistema inmune”. En concreto, apunta Martín, “el 25 por ciento de los epítopos, es decir, de los péptidos que reconocen los linfocitos T humanos, están perdidos en BCG, mientras que sí están presentes en la cepa humana”.

Además, los resultados publicados también apuntan a la mayor inmunogenicidad de la vacuna. Aunque el objetivo primario del estudio, en fase 1a y con una muestra de 36 voluntarios sanos a los que se siguió 210 días, era la seguridad —se ha demostrado que MTBVAC y BCG son comparables en este aspecto—, Martín destaca que se ha visto también que “a dosis iguales, el número de voluntarios que reacciona a la vacuna es mayor en el caso de MTBVAC”. Una tendencia que no se puede afirmar todavía, dado el tamaño de la muestra, pero que sí abre la puerta a “hacer ensayos con un número mayor de voluntarios y que pueda funcionar”.

De hecho, tras los resultados de fase 1a en niños, ya ha comenzado un estudio fase 1b también en niños y la idea es poder iniciar otro en adultos. En cuanto al tiempo que puede durar esto, Martín señala que “todo va a depender de la inversión”. De momento, los ensayos, que se están realizando en Sudáfrica, cuentan con el soporte de la Iniciativa Africana de Vacuna contra la Tuberculosis y Martín espera seguir recibiendo fondos de la Iniciativa para la Vacuna de la Tuberculosis. La vacuna es de origen español (Universidad de Zaragoza) y la compañía biofarmacéutica que está detrás también lo es (Biofrabri).