BARTOLOMÉ BELTRÁN,
Jefe de los servicios
médicos de A3media
| viernes, 16 de octubre de 2015 h |

La medicina predictiva está fundamentada en conocer el riesgo individual de una persona para sufrir una enfermedad

Se presentó en la sede del Grupo CTO el libro “Cardio Genética” coordinado por el profesor Antonio López-Farré. Presidió el acto el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, y en el evento pudimos comprobar la excelente batuta en el manejo de las palabras y las ponencias del periodista deportivo Roberto Gómez Chaves. Profesores, investigadores, expertos de distintos ámbitos del deporte y hasta el seleccionador nacional, Vicente del Bosque, se citaron para darle al doctor López-Farré lo mismo que reciben de él sus pacientes y amigos, apoyo, cariño y solvencia social.

Fue a finales del siglo XVIII, en concreto el año 1796, cuando el médico británico Edward Jenner, descubrió la vacuna de la viruela y comenzaron las vacunaciones, y con ello, el impulso del concepto de la prevención. Concepto de prevención que incluye no solo el tratamiento farmacológico, sino también recomendaciones higiénicas, sobre los hábitos de vida.

Con la aparición del concepto de prevención, la medicina adquirió dos vertientes: la preventiva considerada como aquellas actuaciones y consejos que van dirigidos a prevenir la enfermedad, y la curativa que continuaría siendo la dirigida a la curación o mejora del enfermo.

Pero los finales del siglo XX, y los comienzos de este XXI, han marcado un extraordinario avance en el conocimiento celular y molecular de las enfermedades, y muy particularmente sobre la herencia genética de muchas de ellas. Esto ha hecho que estemos asistiendo al nacimiento de un nuevo concepto de la medicina, la medicina predictiva. La medicina predictiva está fundamentada en conocer el riesgo individual de una persona para sufrir una enfermedad. Evidentemente, este riesgo estará definido por la herencia de los antecesores, es decir la genética.

Tal y como señala el Dr. José Luis Álvarez-Sala Walther, catedrático de Medicina, la genética es, probablemente, una de las áreas de la ciencia en general y de la medicina en particular que mayor y más rápido crecimiento ha experimentado en los últimos veinte o treinta años. Desde que Watson y Crick identificaran, en 1953, la doble hélice del ácido desoxirribonucleico (ADN), los descubrimientos bioquímicos y biologicomoleculares que han servido de apoyo y ayuda a la expansión de la genética se han sucedido de manera ininterrumpida y en plazos cada vez más cortos. Al respecto, matiza, la puesta a punto por Banks-Mullis, en 1986, de la técnica de la reacción en cadena de la polimerasa, la universalmente conocida por sus siglas como PCR, que permite obtener, de modo casi inmediato, millones de copias de un fragmento de ADN, la aparición de la terapia génica como una realidad ya utilizable en algunos casos y el proyecto genoma humano, que tanta información ha proporcionado en tan pocos años, son sólo algunos de los hitos que han marcado el devenir reciente de la genética y que han permitido su traslado a la práctica clínica. Pero aún más. Los avances conceptuales de la genética se han acompañado de un impresionante desarrollo de las técnicas de laboratorio.

Ha sido para mí, dijo López Farré, una gran satisfacción haber podido contar en primer lugar que la obra esté avalada por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y por la Facultad de Medicina.

Y finalmente dijo “me gustaría hacer una mención muy especial al Dr. Miguel Ángel García Fernández. Él es el alma mater de la colección de libros que forman la biblioteca de la SEC, en la que también está incluida este libro de Cardio Genética”. Así fue todo en esta nueva dimensión de la Cardiología y de la Medicina.