carmen m. lópez Madrid | viernes, 20 de febrero de 2015 h |

Más de 3.000 personas en España fallecen al año como consecuencia de Infecciones Relacionadas con la Asistencia Sanitaria (IRAS), afectando a uno de cada 15 personas hospitalizadas y alcanzando hasta al 30 por ciento de los pacientes ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs). Según el último estudio Epine, su prevalencia es del 7, 61 por ciento.

En España se estima que las estancias hospitalarias adicionales por las IRAS alcanzan un desembolso de 700 millones de euros y en hospitales grandes la cifra podría ascender al millón de euros. Unos datos que, a juicio del presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiente, Javier Lozano, no dejan de llamar la atención si no es porque entre el 30 y el 70 por ciento de las IRAS son evitables. Países como Reino Unido, Estados Unidos o Noruega han conseguido reducir su incidencia y para ello, la tecnología ha jugado un papel fundamental en su prevención y control.

Aunque en España cada vez hay normas más precisas para frenar este problema, las iniciativas nacionales se han ido implementando a un ritmo desigual y con estrategias diferentes. Con todo, los expertos consideran de que es el momento de un Plan de Lucha contra las IRAS, con el fin de homogeneizar procedimientos en todos los sistemas sanitarios. De esta manera, esta es la iniciativa que ha impulsado la Fundación Tecnología y Salud junto con la Federación de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin).

La visión autonómica

La Comunidad Valenciana, País Vasco o Galicia han creado sus propias estrategias, pero unificar todos los criterios y protocolos para frenar la incidiencia es una necesidad que los consejeros sanitarios de estas regiones reconocen.

Así, el Servicio Gallego de Salud ya contempla, en su Estrategia 2014, una línea de Prevención de la Infección Nosocomial, y desde hace años trabaja en el Plan de Minimización de Riesgos Microbiológicos en los hospitales de Galicia. La consejera gallega, Rocío Mosquera, destacó el trabajo activo llevado a cabo junto con el ministerio en lo referente a la atención sanitaria en Unidades de Críticos, donde las infecciones son especialmente trascendentes. De este modo, Galicia está centrada en las buenas prácticas en materia de higiene de manos, los proyectos de infección nosocomial en unidades de críticos Neumonía Zero y Bacteriemia Zero, ambos sólidamente implantados y en el programa Resistencia Zero.

Por su parte, el consejero valenciano, Manuel Llombart, coincidió con Mosquera al señalar la importancia del abordaje multidisciplinar para llevar a cabo estas estrategias. “La alineación de la administración, la industria, los profesionales y pacientes en la búsqueda de estos objetivos sería muy positiva”, insistió Llombart. Aunque en la Comunidad valenciana no hay un programa definido contra las IRAS. Sí que existen sistemas de vigilancia para identificar las infecciones. Además, tienen en marcha varias estrategias encaminadas asu prevención y control. “De ello se encargan los responsables de los servicios de medicina preventiva que cuentan con mecanismos potentes para ello”, añadió Llombart.

A su vez, la recogida de datos y los análisis deben contar con un soporte informatizado que facilite una ejecución ágil y rigurosa en tiempo y forma. Algo que en País Vasco vienen desempeñando desde los años 90 cuando crearon la primera Comisión Centralizada en Prevención Nosocomial. A pesar de la larga trayectoria de Osakidetza, el consejero vasco, Jon Darpón, está convencido de que “homogeneizar los procedimientos y los programas en las comunidades es fundamental”. En este sentido, los tres consejeros no descartarían llevar el Plan al Consejo Interterritorial para hacerlo efectivo y convertirlo en una estrategia de salud para todas las CC.AA.

Con todo, los líderes autonómicos recalcaron el importante papel que juega la tecnología en este campo, a pesar del desembolso económico que ello supone. Los responsables sanitarios son conscientes de que son necesarios estos recursos, como “una inversión a largo plazo”, no sólo para la sostenibilidad del sistema, también para el beneficio del paciente.

Para José Luis Gómez, presidente de la Fundación Tecnología y Salud, el primer problema que existe es disponer de la tecnología necesaria para frenar las infecciones hospitalarias y saber darle un uso correcto. La realidad es que existen una serie de limitaciones en el acceso de estas innovaciones, y no siempre están presentes en los hospitales. Frente a esto, los expertos aseguran que otros servicios sí que han incorporado la tecnología, aunque su uso no es el indicado.

Sistema de vigilancia para medir problemas: Definir el problema, medir y poner soluciones para conocer las causas y ver si las medidas que se ponen en marcha sirven de algo.

Incentivos a la calidad en los gestores sanitarios: Los gestores no cuentan con un objetivo identificado en su contrato relativo a infecciones. “Si los gestores tuvieran en sus contratos unos objetivos bien definidos, trabajarían priorizando las infecciones”, destaca Gómez.

Acceso a la última tecnología y validación de la coste eficiencia: Los expertos insisten en que los hospitales cuentan con tecnología sanitaria, pero no todas trabajan en el análisis de tecnología para la detección de infecciones.

17 sistemas santiarios diferentes: La desvertebración sanitaria en las 17 comunidades autónomas hace que la implantación de las innovaciones lleven diferentes ritmos, y según la comunidad se dé más o menos prioridad.

La crisis financiera: Para Gómez, el sector ha puesto el foco en el corto plazo, lejos de pensar en los beneficios a largo plazo. “Ahora, lo importante es el ahorro, de forma que si me gasto 90, el año que viene será 85”, comenta Gómez.

Sospecha sobre la industria: “Nosotros somos industria, por tanto buscamos el beneficio” y esto genera una cierta reticencia en algunos sectores santiarios.

Jon Darpón, consejero de Sanidad de País Vasco

Es importante que los pacientes también estén formados en su propia seguridad”

Rocío Mosquera, consejera de Sanidad de Galicia

Hay que trabajar de manera
más homogénea, aprovechando las experiencias de otros”

Manuel Llombart, consejero de Sanidad de la Com. Valenciana

El beneficio asistencial
es el objetivo, aunque como consecuencia tenga el económico”