José A. Rodríguez Barcelona | viernes, 12 de febrero de 2016 h |

Por primera vez se van a ensayar vacunas triméricas en seres humanos en el campo del VIH. Así lo señaló José Alcamí, jefe de la Unidad de Inmunopatología del Sida en el Instituto de Salud Carlos III, durante las jornadas HIBIC sobre Hitos en Investigación Básica y Clínica del VIH / SIDA, organizadas por Gilead con el patrocinio científico de Gesida y Retic-Ris (Red Española de Investigación en SIDA).

Como explicó este experto, la proteína de la superficie del virus se agrupa en la membrana viral como tres proteínas iguales unidas y forman un trímero. De este modo, se originan estructuras nuevas y complejas. “Ahora ya hay grupos que pueden generar vacunas triméricas, formadas por complejos de tres envueltas, y que deberían ser más eficaces para inducir anticuerpos que las vacunas monoméricas”, dijo Arribas. Con este tipo de vacunas se han realizado ya ensayos en modelos de conejo y se ha comprobado que “inducen anticuerpos neutralizantes de muy amplio espectro”, añadió este experto.

Alcamí enfatizó que en los últimos meses se han caracterizado en modelos animales “anticuerpos de amplio espectro para el VIH, eficaces para el control de la infección”. Estos anticuerpos van dirigidos a regiones de la envuelta del virus, que es la proteína de la superficie del VIH, que están consideradas como el talón de aquiles del mismo. El reto ahora es desarrollar diferentes vacunas que induzcan exactamente ese tipo de anticuerpos. “Ya hay prototipos de vacunas diseñados, y los ensayos empezarán este año o el siguiente”, apuntó Arribas. Otra opción en la que también se está investigando pasaría por prescindir de una vacuna y suministrar los anticuerpos directamente. “Es decir, imnunoterapia mediante estrategias de terapia génica. En modelos animales se ha conseguido que esos anticuerpos se expresen durante años”, dijo Arribas.

Mejor abordaje de las comorbilidades

Por otro lado, a pesar de que hay que seguir investigando para incrementar la eficacia de los fármacos antirretrovirales y reducir sus efectos secundarios, los expertos explican que ahora es necesario mejorar el abordaje de las múltiples comorbilidades que pueden sufrir las personas infectadas con el virus de la inmunodeficiencia humana. Así lo señaló José Ramón Arribas, jefe de la Unidad de Infecciosos del Hospital La Paz.

Según Arribas, “hay numerosas necesidades no cubiertas en el tratamiento de estos pacientes. Se ha mejorado, ya que los tratamientos son muy buenos y los pacientes sobreviven, pero es fundamental poner el foco más allá del control virológico”. En este sentido, Arribas comentó que “ya no se trata tanto de la cantidad de años que vivirán estos pacientes como de la calidad de los mismos”. En cuanto a las patologías asociadas que más preocupan a los profesionales, este experto destacó las enfermedades cardiovasculares, las alteraciones metabólicas y hepáticas, la osteoporosis o los problemas neuropsiquiátricos. Todas ellas patologías que están asociadas con el envejecimiento. “Cada vez hablo menos con mis pacientes de su carga viral, y más de problemas como el colesterol o el resultado de su densitometría ósea o del test cognitivo”, dijo Arribas.

Este experto comentó que el estudio más grande que se está realizando en la actualidad en el ámbito del VIH no está centrado en controlar la carga viral, sino en el manejo de enfermedades adyacentes. “Se trata de una investigación que está llevando a cabo el National Institutes of Health para evaluar el uso de una estatina en la disminución de los eventos cardiovasculares que sufren los pacientes”.

Para abordar una patología tan compleja como el VIH, que implica a diferentes expertos, Arribas señaló que “sería necesario que, en las unidades más grandes, se crearan equipos multidisciplinares que incluyeran a especialistas en las diversas comorbilidades asociadas al VIH y que estén acostumbrados a visitar a pacientes seropositivos”.

Riesgo cardiovascular con abacavir

Por su parte, Josep María Gatell, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona, comentó que el antirretroviral abacavir “es un fármaco muy eficaz, que se emplea desde hace tiempo, pero siempre se ha discutido si su exposición acumulada puede aumentar el riesgo cardiovascular a medio o largo plazo”. Este experto explicó que en 2015 se publicó un estudio sobre la relación entre este medicamento y posibles eventos cardiovasculares. Pero el trabajo, lejos de inclinar la balanza hacia un lado u otro, “arrojó unos resultados poco concluyentes, controvertidos”, dijo. A juicio de Gatell, “lo más razonable, por tanto, sería administrar el fármaco a personas que no presenten otros factores de riesgo cardiovascular”.