Gaceta Médica Barcelona | miércoles, 27 de enero de 2016 h |

El uso de antibióticos en la infancia temprana interfiere en el desarrollo normal de la microbiota intestinal, según muestra una investigación realizada en la Universidad de Helsinki, Finlandia. Particularmente, los antibióticos macrólidos de amplio espectro, comúnmente utilizados para tratar infecciones de las vías respiratorias, tienen efectos adversos, además de que contribuyen al desarrollo de cepas bacterianas resistentes a los antibióticos.

Ya se sabe que el uso de antibióticos temprano en la vida está conectado a un mayor riesgo de patologías autoinmunes, como la enfermedad inflamatoria del intestino y el asma, así como la obesidad. Se cree que en este efecto influyen la microbiota intestinal, ya que en estudios con animales se ha visto que estos fármacos cambian su composición y reducen su biodiversidad.

El citado estudio incluyó a 142 niños finlandeses de 2 a 7 años. Los investigadores analizaron el número de ciclos de antibióticos que los niños habían recibido durante su vida y cómo el uso de antibióticos se reflejó en sus microbiota intestinal. Además, analizaron la relación entre el consumo de antibióticos y el índice de masa corporal y el asma. Los resultados mostraron que la composición de la microbiota intestinal de los niños refleja claramente el uso de antibióticos, que redujeron la riqueza de especies de bacterias y frenaron el desarrollo de la microbiota. Particularmente, la microbiota de los niños que habían recibido antibióticos macrólidos, como azitromicina o claritromicina. Cuanto menos tiempo había pasado desde que tomaron el macrólido, mayor eran las anomalías en la microbiota.