juan pablo ramírez Madrid | viernes, 28 de marzo de 2014 h |

Más autonomía de gestión para incrementar la eficiencia. Es una de las reclamaciones que lanzaron un grupo de directivos sanitarios durante la celebración de las jornadas ‘Diferentes formas de gestionar en Sanidad’ que organizó la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) en el Hospital Universitario Santa Cristina.

El director gerente del Consorcio Sanitario de Tarrasa, Pere Vallribera, puso de manifiesto una mayor centralización de las decisiones en Cataluña. Esta situación se repite en otras comunidades autónomas como Andalucía. así lo corroboró, el director gerente de la Agencia Pública Bajo Guadalquivir (Sevilla), Manuel Huerta, señaló que los últimos acontecimientos acaecidos en la Junta han obstaculizado su capacidad de gestión. Por un lado, el caso de los ERE, “donde hay involucradas empresas públicas, aunque ninguna sanitaria”; por otro lado, el socio de Gobierno del PSOE en el Gobierno andaluz, Izquierda Unida, “que no es proclive a avanzar por este camino” en sanidad.

Este debate se produce precisamente en un contexto en el que el acuerdo del ministerio de Sanidad con el Foro de la Profesión Médica ha marcado una dirección diferente. El modelo de gestión clínica requiere una mayor independencia y participación de los profesionales. “No podemos transferir autonomía a los clínicos si nosotros no la tenemos”, lamentó Vallribera.

Uno de los capítulos donde echan en falta independencia dentro de la toma de decisiones es en la gestión de los recursos humanos. “Sin poder gestionar capacidades, conocimiento y esfuerzo los proyectos de innovación no llegarán a desarrollarse o apenas podrán tener impacto”, explicó la directora de la consultora Efficientia Clinical Management, Ana Sánchez. Ante un proceso de transformación como el que vive la Sanidad hoy, son muchas las voces que piden una nueva política de recursos humanos. “No podemos mantener al principal activo al margen de las reformas”, reiteró el director general de Ribera Salud, Alberto de Rosa.

El principal inconveniente del modelo actual es la ausencia de herramientas para gestionar el talento, según detalló Sánchez, quien afirmó que “todos los intentos son engullidos por la tendencia al igualitarismo consustancial a un régimen funcionarial”.

Más evaluación

De manera paralela a esta insistencia en aumentar la capacidad de gestión, los directivos coinciden en la necesidad de incrementar la evaluación de las políticas sanitarias. El vocal de la Asociación de Economía de la Salud (AES), David Cantarero, reiteró la importancia de implementar esta práctica al igual que otros países como Reino Unido, Francia e Italia. Cantarero explicó que España se encuentra muy lejos en evaluación de “los modelos de gestión con transparencia, es decir, accediendo, a los datos de rendimiento y resultados en salud, e independencia” lo que permitiría aumentar la rendición de cuentas.

Un estudio de The London School of Economics and Political Science identifica una serie de factores entre 1.000 hospitales de Estados Unidos, Canadá, Suecia, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia. La productividad guarda una estrecha relación con la competencia entre los centros, que permite desarrollar modelos de gestión; una mayor formación del directivo; autonomía de los directivos en la toma de decisiones, el tamaño del hospital, y la presencia de la titularidad privada.

Tal y como apuntaba Huerta, los directivos se encuentran con el freno de los responsables de las Administraciones Públicas. “Los altos niveles políticos están impidiendo hacer evaluación, aunque los datos existen”, manifestó el director gerente del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, César Pascual.

Esta persistencia en la autonomía y la evaluación se produce en un momento en el que se ha agudizado el debate sobre el mejor modelo de gestión con el proceso de externalización de seis hospitales en la Comunidad de Madrid y su paralización en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Los directivos insistieron en que la eficiencia en sanidad no depende de la titularidad de la gestión. “No podemos decir que la gestión privada es mejor, pero tampoco lo contrario”, añadió Cantarero. Los expertos sí insistieron, sin embargo, en que el modelo de gestión directa tradicional se encuentra agotado y urge una transformación.

Por su parte, De Rosa identificó áreas en la que existe margen de mejora. Hasta 2011, el gasto en servicios hospitalarios y especializados ha venido creciendo. Los recortes se han producido de manera más intensa en el capítulo de farmacia (ver tabla). El presidente de Sedisa, Joaquín Estévez, apuntó el camino para obtener ahorros e incrementar la eficiencia. “Entre el 15 y el 25 por ciento de los procesos realizados en el sistema sanitario son evitables mediante una buena coordinación, planificación asistencial, y, en definitiva, una mejor gestión sanitaria, más eficiente y profesionalizada”, apuntó.

Asimismo, el director gerente del Hospital del Henares, Juan Pablo García, hizo hincapié en este margen de mejora: “El sistema sanitario no parte de un desastre y tampoco es carísimo”. El gasto sanitario —público y privado— per capita español se sitúa en 3.000 dólares, muy debajo de los países como Estados Unidos, reino Unido, Francia o Alemania.

Pese a ese estancamiento del modelo tradicional, existen obstáculos que impiden la búsqueda y puesta en marcha de nuevos sistemas de gestión. Huerta define lo ocurrido con la externalización frustrada de los seis hospitales madrileños como “una excusa para la confrontación electoral”. Pascual insiste en esta tesis. “Existen dificultades para buscar nuevas fórmulas de gestión”, señaló y apuntó a dos casos recientes como el rechazo de los sindicatos al modelo de gestión clínica de Galicia o la centralización de laboratorios en Aragón.

Los altos niveles políticos están impidiendo hacer una evaluación, porque los datos existen”

No podemos mantener
al principal activo (los RR.HH)
al margen
de las reformas”

Hasta
el 25 por ciento de los procesos realizados en el sistema sanitario son evitables”