C. S. Madrid | viernes, 06 de noviembre de 2015 h |

La fibrilación auricular (FA) es la arritmia cardíaca más frecuente y representa alrededor de un cinco por ciento de los mayores de 65 años y, aparte, el ictus es la primera causa de mortalidad entre las mujeres españolas y la segunda en los varones, según datos del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (Geecv-SEN). A estos datos se suma que, en Europa, mueren cada año 650.000 por esta causa y, de ellos, 40.000 son españoles y que cada año se detectan unos 120.000 casos nuevos, de hecho, cada seis minutos se produce un ictus en nuestro país.

Los protocolos de actuación, los tratamientos farmacológicos y la tecnología, tanto para tratar como para prevenir, han supuesto importantes cambios en su abordaje.

Para hablar de estas cuestiones, la Alianza General de Pacientes (AGP) celebró en la sede de Wecare-u el encuentro ‘Día Mundial del Ictus: Nuevas soluciones para prevenir el ictus en pacientes con fibrilación auricular’, el cual contó la presencia de profesionales sanitarios y pacientes.

Así, uno de los primeros mensajes que se lanzó durante el encuentro fue que gracias a todas las mejoras que se han producido en los últimos años, ya se puede saber a qué pacientes se debe anticoagular. “La anticoagulación es un balance entre el sangrado y el riesgo de morir, por eso hay que tenerlo en cuenta”, afirmó el director del Departamento de Cardiología y Cirugía Cardiaca de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), Ignacio García Bolao, quien hizo hincapié en que, actualmente, hay muchos pacientes que no reciben la dosis adecuada y eso no tiene que ocurrir, sabiendo que hay disponibles nuevos fármacos que son cada vez más cómodos y seguros.

Al respecto, el presidente de la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (Feasan), Luciano Arochena, destacó que en España, alrededor de 800.000 pacientes están anticoagulados, pero según los datos esa cifra debería ser mayor.

“Además, han aparecido técnicas que permiten, con dispositivos específicos, prevenir el riesgo de embolismo en algunos grupos de pacientes”, agregó García Bolao, antes de finalizar su intervención, diciendo que, quizás, sería interesante, centrarse en aquellos pacientes que presentan FA asintomática y que, por tanto, no saben que la tienen.

En este sentido, el presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y director del Área de Gestión de Cardiología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), Andrés Íñiguez, destacó la gran heterogeneidad que se da en el manejo de los pacientes anticoagulados para, a continuación, recalcar que se ha pasado de no ser consciente de la necesidad y la relevancia que tiene la prevención, a poner bastante énfasis en este asunto.

Como responsable de la SEC, también incidió en la trascendencia que tiene implicar a la sociedad civil en la toma de decisiones. “Los profesionales, ciudadanos, sociedades científicas (SS.CC.) tenemos la obligación de crear sociedad civil para poner soluciones sobre la mesa”, añadió.

Nuevas herramientas

En cuanto a las nuevas tecnologías existentes para la prevención del ictus, García Bolao explicó que hay una serie de técnicas que se conocen como el cierre percutáneo de la orejuela y que consiste en que —en pacientes con FA valvular en los que se cree que hasta el 90 por ciento de las embolias se origina en la orejuela de la aurícula izquierda— mediante un procedimiento percutáneo se introduce un dispositivo en esa zona y se abre para ocluir esa parte del corazón.

“Hoy en día lo empleamos mucho en pacientes que han tenido problemas con la anticoagulación y es posible que cuando esta terapia tenga más evidencia, se abra un poco esa indicación”, apostilló.

En esta línea, Íñiguez recordó que dentro del arsenal terapéutico se cuenta con herramientas tecnológicas “muy importantes”. Aparte, señaló que “hay estudios e información científica que demuestran que estas técnicas aportan un beneficio en reducción de eventos trombóticos de más del 50 por ciento”.

La cuestión que se planteó a continuación fue cuántos pacientes se podrían beneficiar de estas opciones. Sobre esto, García Bolao señaló que serían aplicables a todos los que tengan orejuela —la mayor parte—, en concreto, a “prácticamente todos los pacientes con FA no valvular”. De hecho, hay documentos de la Sociedad Europea de Cardiología Intervencionista y Arritmias en los que se sugiere que cuando un paciente tiene este tipo de FA se le debería proponer este tratamiento como alternativa.

A continuación, Íñiguez hizo una matización sobre este tema, alegando que quizás se deberían considerar dos subpoblaciones: los pacientes que tienen un alto riesgo de eventos isquémicos y los que tienen alto riesgo de eventos hemorrágicos. En definitiva, lo que vino a resaltar el presidente de la SEC es que se debe identificar quiénes son los pacientes en situación de riesgo y asegurar que reciben la mejor terapia posible en función de sus características.

Es una técnica que se puede hacer con anestesia local y tiene una duración aproximada de una hora. “El dispositivo no es caro y creo que incluso hay estudios de coste-eficacia que hablan de que sí lo es”, apuntó el director de la CUN.

Por un lado, esta alternativa para un paciente que ha sangrado resulta muy cómoda y, aparte, si el clínico le retira a un paciente el anticoagulante o no se lo prescribe, el paciente será candidato de sufrir una embolia dentro de un tiempo y ahí ya nadie se acordará de la actuación del profesional, afirmó. En cambio, si se le administra una warfarina o un NACO y sangra, la culpa será del profesional. Por eso, García Bolao insistió en que los facultativos deben saber que para casos de estas características existe el método de la oclusión de la orejuela.

Según diferentes estudios, el cierre de la orejuela es superior a la warfarina, incluso en términos de supervivencia. “Es cierto que faltan datos acerca de la comparación con los nuevos anticoagulantes”, advirtió el especialista, incidiendo que los NACO son mejores que la warfarina y, a su vez, el cierre de la orejuela también es mejor que este medicamento.

Durante el encuentro, se habló también del impacto económico que tienen estas alternativas en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Sobre este asunto el especialista explicó que se podrían hacer más estudios de coste-efectividad en población de riesgo y que eso se traduciría en “más eficacia”.

Finalmente, la presidenta de la Federación Española de Ictus (FEI), Carmen Aleix, recalcó la importancia de estos avances y consideró que si los pacientes tuviesen la oportunidad de elegir, la mayoría se decantaría por esta intervención antes que tomar anticoagulantes el resto de su vida. Asimismo, desde la Federación se informa de que si se controlasen los factores de riesgo se podrían evitar hasta el 80 por ciento de los casos de ictus.

Profesionales, ciudadanos
y SS.CC. tienen la obligación de crear sociedad civil
y ofrecer soluciones

Es probable que la indicación del cierre percutáneo
de la orejuela se amplíe
con la evidencia científica

Andrés Íñiguez,
presidente de la SEC

Las innovaciones que han demostrado efectividad
y seguridad llegarán con retraso, pero llegarán”

Ignacio García Bolao,
Clínica Universidad Navarra

Hay que intentar fomentar el conocimiento de este tipo de tratamientos incluso entre profesionales”

Luciano Arochena,
presidente de Feasan

Hay fórmulas que permiten ahorrar, de lo que se trata es de usar los recursos donde se necesita”

Carmen Aleix, presidenta de la Federación Española del Ictus

Los recortes influyen en que ciertas medicaciones
no estén a disposición de todos los enfermos”

Diferentes estudios han demostrado que los NACO
y el cierre de la orejuela son mejores que la warfarina

La FEI informa de que controlando los factores

de riesgo, se pueden prevenir hasta un 80% de ictus