E.M.C. Madrid | viernes, 24 de junio de 2016 h |

En dos meses, el equipo de “Historias con vocación”, una campaña impulsada por la compañía Roche y en la que ha colaborado activamente la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, ha recorrido 24 hospitales para recoger el testimonio de 600 profesionales de estos centros, entre ellos una nutrida representación de sus farmacéuticos hospitalarios.

Sus visiones, que pueden seguirse a través de Facebook y Twitter, aportan una enfoque muy personal sobre esta especialidad que vale la pena descubrir. Farmacéuticos residentes, responsables de servicio, estudiantes, e incluso el presidente de esta sociedad científica, Miguel Ángel Calleja, se remontan a su primer contacto con la farmacia y repasan retos y motivaciones. Estos son solo algunos ejemplos.

Miguel Ángel Calleja, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria

“Desde pequeño me gustaba encontrar solución a los grandes problemas y pienso que el problema de la salud y la mejora de los resultados en salud necesita nuevas soluciones. Creo que hace falta innovación, con nuevos medicamentos, pero también en su forma de administración y de organización y la farmacia hospitalaria (FH) reúne estas tres vertientes (…)”.

José Luis Poveda, jefe del Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital la Fe de Valencia

“Siempre tuve curiosidad por aquello que me daba mi madre para bajar la fiebre (…). Durante un tiempo me dediqué a vaciar jarabes y machacar comprimidos (…). La FH tiene alma, honestidad con profesionales y pacientes, heroísmo para enfrentarte a las situaciones, humildad para aprender, humanidad para compartir y humor para afrontar la complejidad”.

José María Serra, residente de 4º de FH del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid

“Me decidí por la Farmacia porque engloba un trato multidisciplinar con el paciente desde diferentes vías. Me gusta todo, desde que llegas a las ocho y te pones tu bata y te conviertes en una especie de superman: tienes el respeto de la gente, su confianza. Es una satisfacción que el paciente salga de la consulta entendiendo todo sobre su medicación (…)”.

María Isabel Borrego, responsable de FH del Hospital Clínico San Carlos de Madrid

“Siempre dije que quería ser médico (…). Mi padre y mis cuatro hermanos lo son. Mi madre, farmacéutica y al final, por rebeldía, quise estudiar algo distinto a ellos. Mi madre tenía una oficina de farmacia y también por rebeldía le dije que no la quería (…). Me encanta el trabajo en equipo, con más farmacéuticos y médicos, y el apoyo y acercamiento al paciente”.

María Jesús Lamas, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Clínico de Santiago de Compostela

“Más que vocación, sentía una enorme curiosidad, leía las enciclopedias de casa (…). Quería hacer algo relacionado con Ciencias de la Salud (…). Nací en el País Vasco, mi padre era un pequeño empresario y otros como él eran extorsionados por ETA (…). No quería que me arraigara allí y tuve que escoger titulación para estudiar fuera. Elegí farmacia (…)”.

Juan Selva, jefe de Servicio de Farmacia del Hospital General Universitario de Alicante

“Tenía vocación para ser militar, pero por razones personales no pude llevarla a cabo, y me surgió la vocación farmacéutica por la vía vegetal, la aplicación de la botánica a la sanidad en forma de medicamentos (…). Me gusta el esfuerzo que llevas a cabo porque está correlacionado con el paciente y es un continuo fluido de conocimientos que hay que desarrollar”.