| miércoles, 11 de septiembre de 2013 h |

El 80,1 por ciento de las mujeres actualmente embarazadas no acudieron a una consulta preconcepcional para planificar su gestación y adoptar hábitos nutricionales y de vida saludables que ayudaran a prevenir posibles malformaciones congénitas. Así se desprende del estudio GestMujer, promovido por la Fundación para el Progreso de la Educación y la Salud (FPES) y Adamed Mujer, que muestra la baja percepción que tiene la mujer sobre esta necesidad de acudir al ginecólogo. “Los resultados ponen de manifiesto que existe un importante desconocimiento por parte de las mujeres de la importancia de los cuidados prenatales como estrategia para evitar problemas en un embarazo futuro. Está científicamente demostrado que afrontar la gestación en condiciones adecuadas de salud mejora los resultados perinatales”, ha señalado el doctor Iñaki Lete, jefe de servicio de Ginecología del Hospital Santiago Apóstol de Vitoria.

Así, a pesar de que la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) actualizó en 2010 un protocolo y publicó en 2011 un documento de consenso sobre consulta preconcepcional en el que convenía la necesidad de realizarla dos o tres meses antes del embarazo, con el objetivo de mejorar el estado de salud de la madre y reducir al máximo la posibilidad de malformaciones congénitas, la realidad es que este estudio refleja que más del 50 por ciento de las mujeres preguntadas no tenían a priori la intención de realizar esa visita en el caso de planificar su embarazo y más del 54 por ciento declaró incluso no tener idea acerca de en qué consistiría este tipo de consulta.

Otras de las conclusiones extraídas de este estudio, que ha consultado a más de mil mujeres españolas en edad reproductiva sobre sus hábitos y percepciones ante un embarazo (ya fuera en el pasado, presente o futuro), es que un 67,7 por ciento no tomó ácido fólico previo al embarazo, una suplementación que puede prevenir dos de cada tres casos de uno de los trastornos congénitos más frecuentes, los defectos del tubo neural (DTN). “Los defectos del tubo neural se originan por una alteración del proceso embrionario de la neurulación entre el día 18 y 27 de embarazo cuando en muchas ocasiones la mujer aún no es consciente de que está embarazada. Si se siguieran las recomendaciones de la SEGO en cuanto a la toma adicional de ácido fólico dos o tres meses antes del embarazo, podrían prevenirse dos de cada tres casos de defectos del tubo neural”, ha comentado el doctor Ernesto Fabre, jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Lozano Blesa de Zaragoza. “Se estima que en España en el año 2012 el número de fetos afectados por un defecto del tubo neural fue de 453, de los que alrededor de 300 podrían haberse prevenido con una profilaxis periconcepcional adecuada con ácido fólico según la prevalencia estimada por el informe Eurocat”, ha añadido. Pese a este desconocimiento en torno a la consulta previa y las medidas nutricionales al inicio del embarazo, cuando se preguntó a las mujeres sobre su percepción acerca de la asistencia perinatal recibida, para la mayoría de ellas (más del 75 por ciento) la percepción del sistema es muy buena.

El estudio GestMujer también indagó acerca del conocimiento sobre los elementos nutricionales o vitamínicos más importantes recomendados por la evidencia científica (ácido fólico, yodo, hierro, vitaminas B12 y D y calcio), cuyos niveles deben estar garantizados en la gestación. En general se detectó una falta de conocimiento sobre los alimentos que contienen los nutrientes y las vitaminas recomendadas en el embarazo. “Es evidente que en España hacen falta más campañas de salud pública para informar y sensibilizar a la población de la importancia de las consultas preconcepcionales. En otros países europeos se hace y funciona”, ha indicado el doctor Lete.

Preguntadas las mujeres sobre qué fuentes utilizan para recabar información acerca de los cuidados y hábitos saludables recomendados en el embarazo, según el presente estudio cobran relevancia la matrona (82 por ciento) y el médico general (65 por ciento) sobre el ginecólogo (que pasa del 85 por ciento en las embarazadas del pasado al 65 por ceinto en las actuales embarazadas) y sobre la búsqueda de información por internet (60 por ciento para las embarazadas actualmente). Por último, el estudio confirma que las embarazadas actuales y futuras madres ya creen cada vez menos en los grandes “mitos tradicionales” sobre el embarazo, siendo el que mayor aceptación sigue teniendo la influencia de la luna llena sobre el inicio del parto.