José A. Rodríguez Barcelona | viernes, 05 de febrero de 2016 h |

Salgo de la entrevista sin el dolor de cabeza que tenía al llegar para charlar con la neuróloga Suzanne O’Sullivan, autora del libro Todo está en tu cabeza (Ariel), en el que expone casos reales de pacientes que viven en el infierno de las enfermedades psicosomáticas. Por ejemplo, Pauline, que ha sufrido dolor durante toda su vida adulta o una bailarina que ve truncada su carrera por el síndrome de fatiga crónica. Así que entender que no vale la pena que el estrés me martillee la sien ha sido un muy buen analgésico.

Pregunta. Pues quizás haya que darle la razón a Freud, cuando decía que muchos síntomas físicos están causados por traumas psicológicos.

Respuesta. Yo no diría tanto. Sí que estoy de acuerdo con Freud en que, en algunos pacientes, los traumas no resueltos se convierten en problemas físicos como vértigos o dolor. Pero no diría que todos los problemas psicosomáticos están causados por traumas de la infancia. En muchos pacientes, la clave reside en el comportamiento y la percepción sobre su problema físico. Si te focalizas mucho en un síntoma, percibirás que es peor de lo que en realidad es. Aproximadamente, el 30 por ciento de los pacientes que acuden al neurólogo tienen un problema de origen psicológico, no físico.

P. Si salgo a correr por la noche y tengo agujetas, solo puedo pensar en el dolor y ya no puedo dormir, y pienso que tengo que dejar de correr, y me agobio…

R. Y duele más. El síntoma del dolor es muy típico en las enfermedades psicosomáticas. Una persona tiene dolor en la pierna, no para de pensar en el dolor, deja de hacer cosas, cojea, toma más y más analgésicos… y percibe que su problema empeora. Del mismo modo que una persona que tiene temblores en un tren cuando hay mucha gente y hace calor, la próxima vez se agobiará y volverá a tener temblores si el tren está lleno.

P. ¿Por qué se decidió por la neurología?

R. Porque es como resolver un puzzle, es como una labor casi detectivesca. Tienes que poner todas las piezas juntas. Es una especialidad en la que debes interpretar los síntomas clínicos.

P. Quizás habría que pedir a dermatólogos, médicos de familia, neurólogos… que se pasen por el psicólogo. Me refiero a que aprendan a abordar la esfera psicológica de los problemas físicos

R. Seguro que muchos estarían de acuerdo. En realidad, ya hay psicólogos que trabajan en centros en los que se trata a pacientes que sufren síndrome del colon irritable o problemas dermatológicos. El problema es que en muchos sitios no hay presupuesto para contratar más.

P. Aunque parece complicado incluir en un ensayo clínico factores como la angustia vital o la soledad, que tanto machacan las mentes y los cuerpos

R. Pues no es tan difícil. En nuestra unidad de neurología hemos comprobado que las terapias de relajación ayudan a reducir las crisis epilépticas.

P. Si yo fuera médico, y sospechara que el dolor de espalda de una mujer puede estar relacionado con una crisis de pareja, me daría algo de apuro indagar…

R. Pues los médicos de atención primaria suelen ser muy buenos en este sentido, porque conocen bien a sus pacientes, sus familias, sus circunstancias. Preguntar a los pacientes ayuda a detectar enfermedades psicosomáticas. Los médicos de hospital lo tienen más complicado, porque ven solo el asma de un paciente o su rodilla.

P. Imaginemos que a un paciente se le hacen todas las pruebas posibles, y nada… ¿Cómo se le explica que lo suyo es psicomático?

R. Es absolutamente fundamental que el paciente sienta que el médico entiende su sufrimiento. Hay pacientes que creen que les están acusando de mentir, de fingir, que su dolor no es real. El caso del dolor es paradigmático, porque no se puede medir, hay que confiar en lo que dicen los pacientes. Ellos necesitan sentir que su médico les comprende. Por eso es importante no presionar al paciente, ya que éste se puede alejar del profesional.

¿Tu novela favorita? Oscar y Lucinda, de Peter Carey.

¿Tu libro favorito sobre medicina? El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, de Oliver Sacks.

¿Un país que deseas visitar? Nueva Zelanda.

¿El país que más te ha impresionado? Bolivia.