José A. Rodríguez Barcelona | viernes, 20 de noviembre de 2015 h |

A pesar de arrastrar el trauma de no haber sido futbolista, Jordi Blanch disfruta de su trabajo en primera línea de la atención a pacientes con patologías psiquiátricas. Y, al mismo tiempo, capitanea la Sociedad Catalana de Psiquiatría y Salud Mental con el objetivo de luchar contra el estigma de las enfermedades mentales.

Pregunta. Curioseando en tu currículo, llama la atención que tengas una licenciatura en filosofía. ¿Más Platón y menos Prozac?

Respuesta. (Risas) Bueno, lo de la filosofía me lo tomé simplemente como algo que me gustaba. No creo que influya en mi práctica diaria como psiquiatra. Aprobaba los exámenes en verano, con notas muy justas.

P. ¿Y qué ha quedado de esa pasión por leer a los grandes pensadores de la historia?

R. Pues que me encantaría tener más tiempo para seguir leyéndolos. Entre el trabajo y la familia, no tengo tiempo. Pero no descarto que, cuando me jubile, recupere esta pasión e incluso haga un doctorado.

P. ¿Siempre quisiste ser psiquiatra?

R. En realidad yo quería ser futbolista y jugar en el Barça. Si me hubiese fichado el Barça hubiera sido el hombre más feliz del mundo. En serio, yo tenía muy claro que quería ser médico. Y la psiquiatría me gusta porque hay una parte de trato humano muy importante. Hay otras especialidades médicas que están mucho más basadas en pruebas, y a mí me gusta la interacción con los pacientes, entrevistarles, entenderlos.

P. ¿Y no es frustrante tratar a pacientes durante años y años y ver que sólo mejoran un poco?

R. No, pero sí que es verdad que en otras especialidades o se cura o no. En psiquiatría las enfermedades tienden a ser recurrentes, crónicas. Quieres evitar que se compliquen o que se agraven. No aspiras tanto a erradicar o curar la enfermedad, sino a que el paciente esté mejor. En este sentido, cuanto antes se inicie el tratamiento mucho mejor.

P. Tú eres especialista en patologías mentales asociadas al VIH, ¿cuál es la más habitual?

R. La depresión. Puede ser una depresión que ya se sufría antes del contagio o una depresión causada por el hecho de ser portador del virus, ya que éste llega rápidamente al cerebro o puede afectar a la tiroides, o incluso una depresión provocada por los antirretrovirales. Por eso es importante saber la causa de la depresión para aplicar el mejor tratamiento.

P. Los infectólogos o los especialistas en medicina interna, ¿suelen tener suficientemente en cuenta el factor psiquiátrico en el VIH?

R. Yo creo que no. Aparte de por falta de tiempo, yo entiendo que están centrados en otros problemas, como la carga viral. El psiquiatra, en cambio, está mucho más acostumbrado a preguntar, a interrogar.

P. ¿Y cómo lleva un psiquiatra tener un pie en la gestión, como presidente de la Sociedad Catalana de Psiquiatría y Salud Mental?

R. Bien, contento de que estamos llevando adelante muchas iniciativas, ya que buscamos tener más presencia en la planificación sanitaria.

P. Además, ¿tenéis una particular cruzada contra el sensacionalismo de los medios?

R. Es que hay que evitar, por ejemplo, como en el caso del piloto de Germanwings que estrelló un avión, que se asocie el consumo de antidepresivos con el suicidio.

P. ¿Y no es algo deprimente que la salud mental sea de unas las grandes olvidadas por los gestores?

R. Venimos de una situación complicada, porque faltan recursos. Además, estos pacientes son muy sensibles a las crisis económicas, a la pérdida del empleo. Pero creo que las cosas están mejorando un poco.

P. Una de las luchas de la sociedad es avanzar hacia el tratamiento ambulatorio involuntario.

R. Hay enfermos que se niegan a medicarse y se descompensan. En otros países, se realiza un tratamiento involuntario ambulatorio. Nosotros proponemos que una comisión de expertos, con el aval de una autoridad jurídica, realice este tratamiento en casos muy seleccionados.

¿Un libro? Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos, que también era psiquiatra.

¿Un viaje realizado? México.

¿Un viaje por realizar? China.

¿Un sueño por cumplir? ¡Ser futbolista del Barça!

¿Una película? Philadelphia.