| lunes, 07 de octubre de 2013 h |

La enfermedad neumocócica invasiva (ENI) supone un grave problema de salud para los adultos con determinadas condiciones y patologías de base, entre los que destacan los pacientes inmunodeprimidos y algunos pacientes inmunocompetentes con patologías crónicas que les hacen más susceptibles a la infección y favorecen cuadros de mayor gravedad y peor evolución. Entre las estrategias para prevenir la ENI se encuentra la vacunación antineumocócica, aunque las coberturas vacunales en este grupo son más bajas de lo deseable. Conscientes de esta realidad, la Sociedad Española de Quimioterapia, Infección y Vacunas (SEQ), junto con las 15 Sociedades científicas más directamente relacionadas con los grupos de riesgo de padecer ENI, ha elaborado el “Documento de consenso sobre la vacunación anti-neumocócica en el adulto con patología de base”, que ha sido presentado dentro del XII Congreso de la SEQ, celebrado recientemente en Madrid.

Y es que “el neumococo es un microorganismo que ha causado, y sigue causando, gravísimos problemas, provocando todo tipo de patologías (meningitis, bacteriemia, neumonía, otitis, sinusitis, sepsis, etc). Además, es una bacteria frecuente que aparece tanto en niños pequeños como en adultos y que, en el caso de España, se muestra muy resistente a los antibióticos”, destaca Juan Jose Picazo de la Garza, presidente de la Sociedad Española de Quimioterapia y coordinador de este documento de consenso.

Ante esta situación, la llegada de la primera vacuna conjugada autorizada para adultos, la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente, supone una estrategia preventiva diferente frente a la infección por neumococo, tanto en niños como en adultos. Una novedad que ha sido recibida con entusiasmo, sobre todo, por los profesionales sanitarios. “Muestra de ello es la conclusión principal de este consenso, en el que las sociedades firmantes consideramos que los adultos con patologías de base deben vacunarse frente al neumococo y recibir, preferentemente, al menos una dosis de la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente (VNC13), que se administrará siempre antes que la polisacárida (VNP23) en aquellos casos en los que la revacunación con ésta esté indicada”, apunta Picazo.

Y es que, a pesar de las medidas terapéuticas y preventivas actuales, la incidencia y la mortalidad de la enfermedad neumocócica en adultos con comorbilidades se mantienen elevadas. De hecho, “se calcula que en los adultos la mortalidad por enfermedad neumocócica es 7 veces superior a la de los niños, aunque la incidencia sea superior en los menores”, explica Picazo. En los adultos, la elevada mortalidad está relacionada con la mayor presencia de patologías previas que hacen que en ellos el riesgo de infección por neumococo sea mayor y la evolución de la enfermedad, peor. Este es el caso, tal y como explica el coordinador del documento de consenso, “de los inmunodeprimidos: sujetos con enfermedades que han alterado su capacidad de producir una adecuada respuesta inmune frente a la infección, como son los pacientes con tumores hematológicos, VIH positivos o con enfermedad renal crónica, entre otras; y también es el caso de personas inmunocompetentes pero que tienen patologías de base o factores de riesgo como las enfermedades crónicas respiratorias, hepáticas o cardiovasculares, diabetes, tabaquismo o alcoholismo”.

Con la coordinación de la Sociedad Española de Quimioterapia, Infección y Vacunas (SEQ), las siguientes Sociedades Científicas han participado en la elaboración del “Documento de consenso sobre la vacunación anti-neumocócica en el adulto con patología de base”: Asociación Española de Vacunología (AEV), Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph), Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Sociedad Española de Nefrología (SEN), Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y Sociedad Española de Reumatología (SER).

Para el doctor Picazo, el hecho de que 16 sociedades científicas se pongan de acuerdo y reúnan sus recomendaciones en un documento de este tipo es importantísimo porque, a partir de ahora, los médicos que forman parte de ellas sabrán lo que sus respectivas sociedades les recomiendan en estos casos. Por ello, este especialista confía “en que este documento sirva de motivación y conocimiento científico para que los médicos puedan recomendar la inmunización con la vacuna anti-neumocócica conjugada trecevalente a sus pacientes con enfermedades de base”.