Entrevista

br

Redacción Madrid | viernes, 21 de septiembre de 2012 h |

“Estamos consiguiendo que el barco no se hunda, pero además, hay que adecentar lo que hay dentro: la práctica sanitaria, la calidad asistencial, la innovación y la docencia, pilares de nuestro sistema sanitario”. Con estas palabras el consejero de Sanidad de la Comunidad Valenciana, Luis Rosado, ha analizado el impacto de la crisis económica en la sanidad regional.

Durante su intervención en el programa ¡Toma Medicina!, presentado por Santiago de Quiroga, presidente editor de Contenidos e Información de Salud, Rosado aseguró que están en disposición de pasar a este segundo nivel, “al de intentar mejorar las cosas”. No en vano, en este año, aseguró, se ha demostrado que es posible trabajar siendo más eficiente y sin perder prestaciones sanitarias, con independencia de las “consideraciones ideológicas”.

El consejero realizó un repaso por la actualidad de la sanidad valenciana en un programa patrocinado por Roche, que contó con la participación de Antonio Abril, presidente de Hefame, Rosa Valenzuela, directora general del Centro de Investigación Príncipe Felipe, y Jaime del Barrio, director del Instituto Roche.

Medidas de eficiencia como las impulsadas por el gobierno central para poner freno al turismo sanitario, con un impacto especial en esta comunidad autónoma. “No me gusta utilizar esta palabra. Mucha gente nos visita por los estándares de calidad en la atención, se sienten seguros en la comunidad, es un turismo sanitario positivo, pero también hay mucho fraude, pacientes de la UE que abusan beneficiándose de prestaciones que en su país de origen no tienen”, explicó el consejero. Estas prácticas habrían supuesto, según sus cálculos, un gasto extra de 20 millones de euros en años anteriores.

Enfermería de enlace

También en aras de la eficiencia, la sanidad regional ha tratado de mejorarla con un nuevo abordaje de la cronicidad. Rosado se mostró consciente de que “hay que reenfocar la sanidad española”. “Debemos decantarnos hacia los pacientes crónicos —un 5 por ciento de los enfermos consumen la mitad de los recursos— y el papel de la enfermería en ello es esencial”, subrayó, con herramientas como la designación de enfermeras de casos o de gestión al cuidado del paciente que, con la ayuda de la tecnología, inciden en la prevención.

Asimismo, Rosado defendió el modelo de colaboración público-privado. A estas alturas, sugirió, no hay discusión sobre su validez. De hecho, “en los últimos trece años un millón de habitantes de la región recibió su prestación pública sanitaria dentro de hospitales públicos con concesión privada”, aseguró. Aún así, el ciudadano no percibe quién presta la asistencia, sólo si es pública y de calidad, advirtió.

Rosado añadió que el rendimiento de estos hospitales es “maravilloso” y, lo que es más, son candidatos a recibir premios como los Best In Class, unos galardones “que valoran de una forma importante cuál es la opinión de las personas frente al sistema sanitario”.

En otro orden de cosas, el consejero abordó la transformación del Centro de Investigación Príncipe Felipe. Desde hace un año, explicó, se ha hecho una apuesta decidida para que sea capaz de buscar la autosostenibilidad de la investigación, más allá de las subvenciones. De este modo, se establecen colaboraciones con otras entidades, como el acuerdo con Roche en el área de genómica, aclaró el consejero. Otro asunto es que el fruto de esta investigación sea accesible al ciudadano y de manera homogénea en el SNS. Rosado abogó por hablar de innovación, en lugar de investigación, y admitió que sus beneficios son “impagables”, citando como ejemplo los avances en genómica.

“En sanidad hay que ser un poco visionario. Si somos capaces de tratar a cada paciente de forma unívoca tendremos que hacer inversiones, pero será una sanidad mucho más sostenible y barata, porque mejoraremos la precisión”, subrayó.

En relación a los impagos a las farmacias, el consejero aseguró que tienen previsto hacer un calendario de pagos en cuanto reciban liquidez del estado. La raíz de todos sus males no es otra que la infrafinanciación. “Nuestro problema no es el mismo que el de otras comunidades que se han planteado expansión o diferenciación: queremos tener el mismo dinero que la media”, reclamó.