NEUROCIRUGÍA/ Permite al cirujano extirpar la máxima masa tumoral posible

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redacción Barcelona | martes, 26 de marzo de 2013 h |

Un equipo de neurocirujanos e investigadores de la Clínica Universitaria de Navarra, liderados por Ricardo Díez Valle, ha demostrado que la extirpación quirúrgica de todo el tejido tumoral detectado mediante el microscopio de fluorescencia incrementa el tiempo de supervivencia en los pacientes operados de un glioblastoma.

En el estudio, publicado en Neurosurgery, han comparado los resultados de esta técnica con los obtenidos mediante la resección del tumor observado por resonancia magnética, que es el protocolo estándar en estos pacientes.

La técnica de fluorescencia permite al neurocirujano distinguir con nitidez la masa tumoral de los límites del tejido sano, por lo que logra extirpar el máximo tejido tumoral, independientemente del tamaño del tumor y de la región donde se localice.

Para conseguir la fluorescencia del tejido tumoral, se administra al paciente una sustancia de contraste, el ácido 5 aminolevulínico, ingerida por vía oral, que no comporta toxicidad ni efectos secundarios, ya que es un metabolito habitual en el cuerpo humano. Esta sustancia, iluminada con la luz del microscopio, hace que las células tumorales emitan una luz fluorescente roja, mientras las células sanas quedan de color azul.

“Lo que nuestro estudio ha demostrado por primera vez en la literatura científica mundial es que una extirpación tumoral superior a la indicada por resonancia magnética prolonga significativamente la supervivencia”, subraya Díez Valle.

Así, han comprobado que la mediana de supervivencia se establecía en 27 meses en todos aquellos pacientes a quienes se había conseguido extraer todo el tejido fluorescente, frente a 17 meses en los que había quedado tejido residual con fluorescencia.