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Se trata de un recorrido largo que comienza a cristalizar. Que los pacientes, agrupados en las organizaciones transversales que les representan, puedan tener una interlocución con las administraciones, tanto ministerial como autonómicas, era todo un reto hace diez años. Las CC.AA. tenían la cercanía de muchas organizaciones provinciales y regionales con las que colaboran de manera habitual, aunque les falta concretar mecanismos. Una pionera en esta colaboración ha sido Madrid, que ha contado con los pacientes en el trámite de audiencia previa de leyes como las que incorporaron la libertad de eleccion de centro o de médico, entre otras iniciativas. Lejos de ser una cuestión voluntariosa, la participación es una herramienta para mejorar la sanidad completando las visiones. Pero existe una responsabilidad del movimiento asociativo: la representación democrática tiene que ir avalada por la transparencia y por el trabajo para ofrecer, no sólo opinión, sino conocimiento. Y el conocimiento de la enfermedad y su atención viene también de las vías de colaboración, de formación y de trabajo conjunto con los médicos especialistas y sus sociedades e instituciones. También el papel de las administraciones y la red de Escuelas de Salud, que preside Elena Andradas, es una iniciativa que permite trabajar juntos. La anunciada firma por Antonio Bernal del acuerdo de la AGP con el ministerio, actualmente en fase de estudio del borrador presentado, es un paso más.
