En 2017 Boehringer Ingelheim (BI) cerró con broche de oro su actividad generando un aumento de sus ventas del 15,7 por ciento hasta los 18.100 millones de euros, cifra alcanzada tras el éxito en todas sus áreas de negocio. Así se puso de manifiesto durante la conferencia anual de prensa celebrada la pasada semana en la sede central de la compañía, ubicada en Ingelheim, Alemania.
Otro de los titulares que se recogió durante la jornada fue que, ajustado por los efectos únicos obtenidos con el intercambio comercial con Sanofi, la compañía registró un crecimiento de ventas, tras el ajuste de divisas, del 6,1 por ciento. Al mejorar el resultado operativo, que ronda los 3.500 millones de euros, el margen de beneficios queda en el 19,3 por ciento.
“Tuvimos un tremendo crecimiento en todas las áreas, casi del 16 por ciento, en especial el área de Salud Humana, pero también experimentamos un gran crecimiento en Salud Animal debido a la adquisición de la veterinaria Merial”, destacaba para EG, Michael Schmelmer, máximo responsable de Finanzas de BI. En este sentido, Hubertus von Baumbach, presidente del Consejo de Dirección de la compañía, resaltaba que en Salud Animal “hemos recorrido un largo camino con nuestro desafiante y complejo proceso de integración. Estamos bien posicionados y somos un jugador competitivo para el futuro. Ahora hemos unido dos negocios complementarios y ya somos número uno en mascotas, equinos, cerdos y salud pública veterinaria. Estamos en el tercer lugar para aviar y en cuarto para ganado”.
En cuanto al área de Salud Animal, seis medicamentos superaron los 1.000 millones de dólares. Éstos fueron el preparado para enfermedades respiratorias Spiriva, el anticoagulante Pradaxa, los antidiabéticos Trajenta y Jardiance, Ofev para la fibrosis pulmonar idiopática (FPI) y Micardis para hipertensión.
Así las cosas, Schmelmer explicaba que el crecimiento de las ventas de fármacos para uso humano fue del 6,9 por ciento, es decir, más de 12.600 millones. Mientras tanto, las ventas ascendieron en Salud Animal a 3.900 millones de euros, lo que supone más del doble.
“El mercado farmacéutico ha cambiado mucho, realmente en Estados Unidos, donde el comprador decide mucho más y en 2016-2017 decidimos cambiar el nuestro hacia ese modelo, algo exitoso como se ha podido comprobar”, sostenía Schmelmer, quien apuntaba que la compañía creció en todas las regiones del mundo, destacando las Américas con 8.100 millones de euros en ventas netas, Europa (5.700 millones ) y la zona de Asia, África y Australia (4.200 millones).
“EE.UU. y China son mercados muy importantes aunque Japón es todavía el segundo mercado más grande en nuestro plan y es en el que necesitamos centrarnos el año próximo”, revelaba Schmelmer. Asimismo, sostenía: “No podemos comprar el futuro, sino que necesitamos desarrollar nuestro futuro, y eso significa que nuestro valor reside en la innovación. Invertimos fuertemente en ella, más de 3.000 millones en todas las áreas y estamos convencidos de que la innovación dirige nuestra compañía”.
Por otro lado, el responsable de Innovación, Michael Pairet reflejó que “nuestro firme compromiso a largo plazo con la I+D de nuevos medicamentos traerá los medicamentos transformadores que los pacientes necesitan”.
La compañía presentó las últimas novedades sobre sus productos en fase de desarrollo, concretamente, 80 proyectos clínicos y preclínicos, de los cuales el 65 por ciento tiene potencial para ser innovador. Hasta 2025, BI destinará más de 20.000 millones de euros a la I+D y prevé que 15 nuevos medicamentos puedan ser autorizados en esa fecha para enfermedades inmunológicas, del Sistema Nervioso Central, oncológicas, respiratorias y cardiometabólicas.
