El Global Madrid | jueves, 05 de abril de 2018 h |

Cerca de 1.700 pacientes han iniciado los tratamientos farmacológicos para ayudar a dejar de fumar que comenzó a financiar el pasado mes de diciembre el Gobierno de Navarra, mediante un decreto foral que estableció los requisitos para acceder a esta prestación. La prescripción de estos tratamientos está vinculada al seguimiento de los pacientes en consulta individual o a su participación en talleres educativos grupales de deshabituación tabáquica promovidos en los centros de salud, a fin de elevar la posibilidad de éxito del proceso. Según información proporcionada por la Subdirección de Farmacia del Servicio Navarro de Salud, en los tres últimos meses un total de 1.248 personas han iniciado tratamientos con Vareniclina, 253 con parches de nicotina y 164 con Bupropion, los tres tipos de medicamentos que tienen aprobada la indicación de deshabituación tabáquica por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). Se trata de fármacos que ayudan a afrontar las dificultades asociadas al proceso de abandono del tabaco (ansiedad, dependencia de la nicotina, readaptación de la conducta, etc.).

Los médicos de Atención Primaria son los encargados de prescribir el medicamento que consideran oportuno en cada caso. La indicación de estos fármacos se combina con ayuda educativa programada en consulta de Enfermería, con un seguimiento semanal individual de al menos un mes de duración. Este seguimiento se puede sustituir o reforzar con sesiones educativas grupales programadas por los centros de salud (taller motivacional de 2-3 horas y/o un taller breve de 3 o más sesiones). Se financia un único tratamiento por paciente y año, con una duración que varía entre las 8 y las 12 semanas, según el medicamento. El precio de venta al público del tratamiento completo se sitúa en torno a los 210 euros. Al convertirse en fármacos financiados, han pasado a tener el copago correspondiente en función de los tramos de renta y del sistema de copago establecido en Navarra, lo que facilita el acceso de los grupos sociales menos favorecidos, que fuman en mayor porcentaje, ha destacado el Gobierno navarro en un comunicado.

Según diferentes estudios, iniciar un proceso de abandono del tabaco con ayuda farmacológica mejora la posibilidad de éxito, alcanzando una tasa al año de entre 14 por ciento y 20 por ciento, frente al 8-11 por ciento que se logra únicamente con la ayuda educativa para cambiar hábitos de comportamiento. El objetivo del Gobierno de Navarra es reducir el porcentaje de población fumadora mayor de 15 años por debajo del 20 por ciento en el próximo quinquenio. En la actualidad, se estima que en Navarra hay en torno a 123.000 personas fumadoras (65.000 hombres y 58.000 mujeres). Se calcula que las personas fumadoras pierden una media de diez años de esperanza de vida, frente a las que no tienen este hábito. El programa de deshabituación tabáquica con ayuda farmacológica se suma a otros dos subprogramas que existen para prevenir el tabaquismo, dedicados al fomento de los espacios sin humo y la prevención al inicio del consumo de tabaco en los centros escolares. Estos tres programas se iniciaron en los años 90 en el entonces Instituto de Salud Pública de Navarra.

Desde el Gobierno foral han remarcado que el consumo y el humo del tabaco se consideran la primera causa de mortalidad evitable y es una de las prioridades de salud pública. El tabaco es factor y causa de más de 25 enfermedades (diferentes cánceres, enfermedades vasculares, respiratorias etc.). Se le atribuye un 38 por ciento de la carga de enfermedad pulmonar y hasta un 82 por ciento del cáncer de pulmón. Desde 1991, según la serie de encuestas nacionales de salud y encuestas europeas de salud, se mantiene en Navarra una tendencia decreciente en el consumo del tabaco en la población mayor de 15 años, tanto en mujeres como hombres, pero más acusada en estos últimos.