Alberto Cornejo Madrid | viernes, 19 de julio de 2019 h |

El Senado de Francia aprobó el pasado 16 de julio su nueva Ley de Organización y Transformación del Sistema Sanitario, con la que busca “construir” su Sanidad “alrededor del paciente” y adaptar los recursos y competencias de los profesionales al nuevo paradigma sociosanitario —del que no escapa ningún país—, marcado por el envejecimiento y la cronicidad.

La nueva Ley forma parte del PlanMa Santé 2022’ en el que trabaja el Gobierno galo desde noviembre de 2018 y se pilota sobre tres ejes: una mayor coordinación entre profesionales, el alivio a la saturación de las consultas médicas y una apuesta por las nuevas tecnologías en la asistencia (telemedicina).

Los farmacéuticos franceses salen muy bien parados de la publicación de esta nueva Ley, al ser reconocidas nuevas funciones asistenciales en aras, principalmente, de una descongestión de las consultas de atención primaria y de una mayor y más rápida accesibilidad a la asistencia en situaciones de urgencia que posibilitaría la red de boticas.

Por ejemplo, esta nueva Ley faculta que en determinadas situaciones, patologías y zonas rurales (según el caso) los farmacéuticos comunitarios puedan llevar a cabo la denominada ‘prescripción farmacéutica’, es decir, renovar tratamientos a pacientes crónicos o realizar sustituciones automáticas de medicamentos “de gran interés terapéutico” en casos de desabastecimientos. Todas estas funciones se llevarían a cabo dentro de protocolos de coordinación con los facultativos que incluyen el registro y la puesta en conocimiento “inmediata” de estas actuaciones.

Prescripción: del “no” al “sí”

Por ejemplo, como ha venido informando EG, la prescripción farmacéutica ha sido planteada para patologías de índole menor como la cistitis, la conjuntivitis y el eccema, si bien con una experimentación previa —como ha ocurrido con la vacunación de la gripe en boticas antes de su generalización a todo el país— que tendría lugar en próximos años.

Ahora bien, el trámite parlamentario hasta ser incluida en esta nueva Ley de Salud no ha estado exento de altibajos. Cuando fue planteada en origen por un parlamentario galo, la oposición del colectivo médico provocó que fuese rechazado en un primer momento por la Asamblea de Francia (el primer órgano legislativo francés previo al Senado). A pesar de esta negativa inicial, fue la propia Asamblea Nacional —gracias en parte a la defensa sobre su idoneidad de la propia ministra de Salud, Agnes Buzyn— quien finalmente, meses después, ‘recuperó’ y apoyó la enmienda que apostaba por esta función. Es más, la ‘prescripción farmacéutica’ también se extiende en esta nueva Ley a a la posibilidad de que las farmacias prescriban “ciertas vacunas” obligatorias en el calendario vacunal.

Desde la Orden Nacional de Farmacéuticos de Francia se muestra “satisfacción” por el contenido de esta nueva Ley de Salud “que contiene avances reales para los pacientes en términos de acceso a la asistencia sanitaria, y en la que los farmacéuticos ven cómo es reconocida su función como profesionales sanitarios de primera línea”, en palabras de su presidenta, Catherine Wolf-Thal.